Una grave situación de movilidad y de orden público registra la ciudad de Bogotá, como consecuencia de los bloqueos y las pedreas promovidas por los pequeños y medianos empresarios del transporte, en desarrollo del paro que iniciaron a la media noche.

Los taponamientos y desórdenes se han presentado en Bosa, Ciudad Bolívar, Kennedy, Suba, Fontibón y Engativá.

El sistema Transmilenio –cuyos articulados han operado hasta ahora normalmente– tuvo que suspender las rutas alimentadoras a varios de estos sectores, en vista de que los vehículos que se dispusieron a prestar el servicio fueron apedreados.

El paro fue organizado por Apetrans, que agrupa a los pequeños y medianos propietarios del transporte urbano, en protesta contra los precios «irrisorios» que el gobierno Distrital adjudicó a los vehiculos que serán absorbidos por el Sistema Integrado de Transporte Público (SIPT).

Entre tanto, el gobierno Distrital puso en marcha un plan de contingencia para enfrentar el paro de transporte urbano promovido por los pequeños y medianos empresarios.

La secretaria de Gobierno Clara López anunció el desplazamiento de 100 grúas, 1.200 policías y personal de antimotines para contrarrestar el bloqueo de vias y garantizar la movilidad en la capital.

La funcionaria indico que «conductor de bus, colectivo o taxi que quiera bloquear TransMilenio o vías de la ciudad será sancionado según lo establecido por el Código Penal o el Código de Policía».

El secretario de Movilidad Fernando Álvarez expidió una resolución que autoriza a los cerca de 60 mil taxis de Bogotá a operar como servicio colectivo, es decir, pueden llevar a varias personas a la vez
La autorización se hace extensiva a los buses de turismo, de servicio especial y empresariales.