El papa Benedicto XVI invitará a la iglesia irlandesa, sacudida por los escándalos de pedofilia en su país, a promover el «arrepentimiento» y la «curación», en una carta que será divulgada el sábado por el Vaticano y que podría convertirse en una guía para todos los países afectados.

El anuncio fue hecho por el mismo pontífice el miércoles, cuando explicó a los asistentes a la audiencia general, que iba a divulgar una «Carta Pastoral» para los fieles de Irlanda con el fin de ayudarlos «en el proceso de arrepentimiento, de curación y de renovación».

El Papa, que reconoció que estaba «profundamente preocupado» por la «dolorosa situación» que se generó en ese país, empezó a preparar el documento a mediados de diciembre tras ser informado por las máximas autoridades religiosas de ese país sobre las denuncias de abusos sexuales a cientos de niños cometidos durante cuatro décadas por miembros de la Iglesia en Irlanda.

Los obispos irlandeses, que pidieron públicamente «perdón» a las víctimas, lamentaron los errores cometidos al encubrir los hechos y varios han dimitido tras haber sido mencionados negativamente.

Benedicto XVI ha condenado la pedofilia como un «crimen infame», calificativo que ha repetido en varias ocasiones y reiterado tras haber recibido en el Vaticano a mediados de febrero a todos los obispos irlandeses, un gesto excepcional.

Según el portavoz del Papa, padre Federico Lombardi, la carta contiene «indicaciones prácticas», por lo que podría servir como guía o ejemplo para las demás iglesias de Europa y América Latina, en particular de Brasil y México, afectadas también por escándalos de pedofilia por parte de curas.

Después de Irlanda, la iglesia de Alemania ha sido objeto desde enero de una serie de acusaciones de abusos sexuales y violencia contra niños en escuelas e internados en los años 70 y 80 y en 19 de las 27 diócesis han sido denunciados casos.

El escándalo de los sacerdotes pedófilos en Alemania rozó inclusive a la mayor autoridad de la Iglesia, debido a que en la década del 80, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, actual Benedicto XVI, responsable de la diócesis de Munich, dió el visto bueno para albergar un sacerdote acusado de abusos sexuales a menores con el fin de que fuera sometido a terapias.

El religioso fue trasladado luego a una parroquia sin que Ratzinger, la mayor autoridad local, fuera informado y volvió a transgredir.

También hubo denuncias de abusos sexuales y maltrato en el prestigioso coro de Ratisbona que el hermano del Papa, Georg, dirigió por 30 años.

Otros casos estallaron en Austria, Holanda, Italia, Brasil y España.

En ese contexto, la carta resulta un mensaje pastoral para el mundo, aún si ha sido dirigida a los católicos de Irlanda donde será leída en todas las iglesias el domingo que abre la cuaresma, los 40 días que preceden la Pascua y destinados a la penitencia y la reflexión.

Deberá confirmar que la iglesia no tolerará nunca más la pedofilia, línea adoptada por el pontífice alemán desde el inicio de su pontificado hace cinco años y reiterada durante sus viajes a Estados Unidos y Australia, donde se entrevistó con víctimas.

La carta a los católicos irlandeses es el primer documento oficial de un Papa sobre la pedofilia en la sociedad contemporánea, explicó el vaticanista Marco Politi y confirma la voluntad de la Iglesia en la última década de quebrar el muro de silencio sobre esos horrendos abusos.

«Esperemos que no sea un documento más con sólo buenas intenciones», comentó por su parte el periodista italiano Luigi Irdi, curador de un libro sobre la pedofilia dentro de la Iglesia de Italia.