Internacional

Un grupo talibán planeaba atentados en grandes ciudades de Europa

Los servicios secretos de Reino Unido, Francia y Alemania han logrado, aparentemente, abortar una cadena de atentados islamistas coordinados en Londres y en varias grandes ciudades francesas y alemanas.

Para hacer fracasar el plan terrorista han contado con la inestimable ayuda de EE UU, que les ha proporcionado información vital y ha intentado eliminar a algunos de los presuntos responsables de la operación.

Los ataques terroristas estaban inspirados en los que padeció Bombay (India) en noviembre de 2008. Los asaltos simultáneos contra dos hoteles de lujo, una estación de trenes y un centro judío causaron entonces 166 muertos y más de 300 heridos.

El proyecto -urdido en Waziristán del Norte (Pakistán) por el grupo talibán Jalaluddin Haqqani, que recibió probablemente el encargo de Al Qaeda- fue desvelado ayer por la cadena de televisión británica Skynews.

Otras fuentes de inteligencia, citadas por la prensa europea, confirman con matices la información de Skynews. Resaltan que los atentados no eran inminentes. La excepción es París, desde donde la agencia France Presse indica que los responsables de seguridad desconocían el plan.

Francia ha estado, sin embargo, en máxima alerta terrorista -falsas amenazas de bombas han obligado a evacuar dos veces la Torre Eiffel- por temor a una oleada de atentados perpetrados por la rama magrebí de Al Qaeda.

España no estaba entre los objetivos del triple golpe terrorista. La policía detuvo ayer, no obstante, en Esplugues de Llobregat (Barcelona) a Omar Debhi, de 43 años, un estadounidense de origen argelino. Padre de seis hijos, algunos de ellos escolarizados en un colegio norteamericano, se sospecha que recaudó 60.000 euros que hizo llegar a Al Qaeda en el Magreb Islámico.

El plan terrorista fue desvelado por Ahmed Siddiqui, un alemán de 36 años afincado en Hamburgo, que fue detenido a finales de julio en Afganistán y trasladado a la base estadounidense de Bagram, cerca de Kabul.

Allí reveló, durante los interrogatorios, que alemanes, árabes y chechenos tenían la intención de llevar a cabo en Europa atentados similares a los de Bombay. Actuarían «bajo la dirección de Al Qaeda y de la red terrorista de Haqqani» que opera a caballo entre Pakistán y Afganistán. La información proporcionada por Siddiqui fue más tarde confirmada por otras fuentes.

El grupo de Haqqani, integrado por pastunes y que forma parte del movimiento talibán, es uno de los que lucha con más ahínco contra las fuerzas de la OTAN en Afganistán, pero hasta la fecha no había intentado perpetrar ningún ataque en el extranjero. Sí son, no obstante, considerados como responsables del ataque, en 2008, contra la Embajada de India en Kabul.

Otros sectores de la insurgencia sí han preparado golpes terroristas en el extranjero. Tehrik-i-Talibán Pakistán reivindicó el frustrado atentado del metro de Barcelona y también aparece vinculado al coche bomba hallado el pasado mes de mayo, en Times Square, Nueva York, antes de que estallase.

«El protagonismo de los talibanes pone de manifiesto que Al Qaeda tiene limitadas sus capacidades operativas y transfiere la preparación y ejecución de los atentados a grupos afines», explica Fernando Reinares, investigador sobre terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano.

En un aparente intento de impedir que el grupo Haqqani golpee en Europa, la CIA ha multiplicado en Waziristán del Norte los disparos de misiles desde aviones no tripulados hasta alcanzar una cifra récord.

La New American Foundation, que desde Washington contabiliza los lanzamientos, asegura que hasta el 26 de septiembre la CIA disparó 22 cohetes, mientras que en agosto solo fueron cuatro y en julio, cinco. Los misiles habrían dado muerte a un centenar de personas, en una mayoría integrantes del grupo Haqqani.

Esa cifra supera los 12 disparos efectuados en diciembre de 2009 en represalias por el atentado con un kamikaze contra el centro de la CIA en Khost (Afganistán) que acabó con la vida de siete agentes e hirió a otros seis.