La Oficina de Atención y Prevención de Desastres mantiene la alerta roja y ordenó la evacuación de más de 500 familias en esta zona del departamento.

Esta decisión se determinó tras conocer que los terrenos en donde se encuentran estas familias, no tienen las condiciones para ser habitadas.

Según los organismos de socorro, con las lluvias esta montaña podría venirse abajo en cualquier momento.

Entre tanto, la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Soacha desarrollan un plan de contingencia para habilitar albergues y construir viviendas para más de 1.800 familias que han sido damnificadas por el invierno.