Después de sobrellevar una serie de lesiones, el español se fue de Londres hace un año sin ganar un solo set en tres derrotas consecutivas durante la etapa de grupos del torneo que pone fin a la temporada tenística.

Doce meses después, el español de 24 años regresa a la capital británica tras un año en el que ganó tres títulos de Gran Slam y reconquistó el primer puesto en el escalafón mundial.

«Cuando uno no está jugando bien y no se siente competitivo, no es agradable, pero es parte del deporte», comentó Nadal el viernes.

«Puede volver a suceder. Espero que no, pero uno enfrenta a los mejores jugadores del mundo en las condiciones más difíciles del año para mí».

«Haré todo lo posible por cambiar la situación este año», agregó.
Nadal no jugó el Masters de París la semana pasada debido a una tendinitis en un hombro, pero asegura que ahora está «perfecto» para encarar su partido del lunes contra Andy Roddick.

El certamen de ocho participantes comienza el domingo.

Mientras el suizo Roger Federer busca un quinto título, que igualaría el récord, Nadal todavía aspira a ganar el primero en una superficie bajo techo que dice no es su especialidad.

«Si no despliego mi mejor tenis, me resulta casi imposible ganar partidos en esta superficie», afirmó. «Si es arcilla, la situación cambia un poquito: tengo más tiempo, más oportunidades. Aquí es muy difícil».

«Aquí la superficie no es muy lenta ni muy rápida, es promedio, pero para mí el problema es el rebote», añadió. «A veces siento como que la pelota queda muerta. Me resulta más fácil jugar bien cuando la pelota rebota más, pero esas son las condiciones».

Por ese motivo Nadal, que enfrentará a Novak Djokovic y Tomas Berdych en el Grupo A, considera que su adversario más duro será Roddick, porque el estadounidense es su rival, y Nadal no quiere anticiparse más allá del primer compromiso.

Aunque las condiciones no sean ideales, al menos no le faltará confianza. Desde abril, Nadal ha ganado siete títulos, incluso los abiertos de Francia y Estados Unidos y Wimbledon.

Su victoria en Nueva York lo erigió como el séptimo varón que gana los cuatro títulos de Gran Slam en su carrera. Nadal además volvió al primer puesto en el ráking y Federer admitió que le resultará «muy difícil» recuperar la posición de privilegio el año próximo.

AP