Yair Klein, acusado en Colombia de adiestrar grupos paramilitares, llegó el sábado a su país luego de ser liberado de una cárcel rusa. La liberación del ex militar, probablemente desate tensiones entre Israel y Colombia, que advirtió que no claudicará en sus esfuerzos por llevarlo a prisión.

En 2001, Klein fue declarado culpable por un tribunal en Colombia y permanecía en custodia en Rusia desde su arresto en agosto de 2007 en un aeropuerto de Moscú.

Klein fue sentenciado en ausencia a casi 11 años de prisión por su papel en la década de 1980 en el entrenamiento de escuadrones paramilitares, acusados en Colombia del asesinato de miles de personas.

Las autoridades colombianas acusan a Klein de contribuir al establecimiento de campos en los que recibían adiestramiento militar contingentes privados al servicio de jefes del narcotráfico como el extinto Pablo Escobar, abatido por policías en diciembre de 1993, y que después devinieron en los grupos paramilitares derechistas en Colombia.

Klein se veía cansado, pero desafiante, al salir del aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv la mañana del sábado. Vestía un suéter caqui y pantalones beige y cargaba con su propio equipaje. Amigos y familiares lo rodearon y le dieron una botella de una bebida alcohólica como regalo de bienvenida.

El ex oficial aseguró a los medios israelíes que lo que más extrañó durante su tiempo de detención fueron las mujeres. Antes de partir de Moscú, había dicho al canal 2 israelí que escribiría libros que «causarán caos en Israel».

Rusia liberó a Klein luego que la Corte Europea de Derechos Humanos recomendó en abril que no fuera extraditado a Colombia, porque temía que no recibiría un juicio justo.

Klein niega haber trabajado con los cárteles de la cocaína y dijo que sólo entrenó a los paramilitares en tácticas defensivas.

El ministro del Interior colombiano Germán Vargas Lleras se mostró molesto por la decisión de Rusia de denegar la entrega del ex oficial israelí.

«Nosotros veníamos trabajando desde la semana pasada en coordinación con la Cancillería para establecer mecanismos alternativos que le permitan al gobierno (colombiano) evitar que el señor Yair Klein vaya (a) permanecer en la impunidad», dijo. «No nos vamos a quedar cruzados de brazos», agregó

El abogado de Klein, Mordehai Tzibin, dijo que su cliente «sería torturado y luego sin duda asesinado» si lo extraditaban a Colombia.