El ex presidente de Colombia Álvaro Uribe dijo hoy en Tegucigalpa que Honduras es un ejemplo de valor civil y democrático.

«Honduras es para todos nosotros un ejemplo de valor civil y de valor democrático, y es ejemplo que inspira mucho a quienes anhelamos» que los pueblos tengan «seguridad», una «alta y sostenible tasa de inversión» y una «gran política social», expresó Uribe escuetamente a su llegada a la Casa Presidencial para reunirse con el presidente hondureño, Porfirio Lobo.

Lobo recibió a Uribe en compañía de su esposa, Rosa Elena, y la designada presidencial (vicepresidenta) María Antonieta de Bográn, en una ceremonia sencilla en la que participaron representantes de la embajada de Colombia en Tegucigalpa, cadetes de una academia militar y alumnos de la escuela República de Paraguay.

Se escogió a esta escuela, y no a una llamada Colombia, porque es «ejemplo de las pocas que han dado 200 días de clase» en medio de las constantes huelgas de maestros, explicó una fuente oficial.

En la reunión con Lobo y Uribe también participaron todos los ministros del gabinete del Gobierno hondureño y representantes del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP).

Al respecto, el presidente del COHEP, Santiago Ruiz, dijo a Efe que Uribe habló en la reunión sobre cómo atraer la inversión garantizando la seguridad jurídica.

Agregó que los empresarios hondureños quieren «aprovechar la experiencia positiva (de Uribe) de poner a Colombia en una ruta del progreso y desarrollo».

Después de más de una hora de reunión con Lobo y su gabinete, Uribe salió de la Casa Presidencial del mismo modo que entró, bajo un riguroso dispositivo de seguridad que incluyó el cierre de algunas calles de Tegucigalpa y helicópteros sobrevolando la ciudad.

El ex presidente colombiano también tiene en agenda un homenaje de la Alcaldía de Tegucigalpa, que preside Ricardo Álvarez, y un encuentro con empresarios hondureños, mientras que mañana recibirá una condecoración del Congreso Nacional.

Con Uribe como presidente, Colombia fue uno de los primeros países en reconocer al gobierno de Lobo, cuya legitimidad todavía es cuestionada por países suramericanos que opinan que su elección en diciembre pasado se dio en una situación de quiebre institucional, pues los comicios fueron organizados por los que derrocaron a Manuel Zelaya el 28 de junio de 2009.