Una condena ejemplar de 40 años de cárcel fue impuesta a un oficial retirado del Ejército y dos ex soldados por el asesinato de dos menores de edad en un «falso positivo».

La condena fue impuesta por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, al capitán retirado Jaime Alonso Pinto Colmenares, y a los soldados profesionales, también retirados Carlos Mario Escudero Cano y Dixon Arturo Mena.

Los uniformados hicieron parte de una patrulla del Batallón Granaderos de la IV Brigada que el 23 de marzo de 1997, reportó la muerte en combate con la guerrilla de dos menores de 14 y 17 años de edad, a quienes les encontraron un fusil R-15, un revólver calibre 38 largo y dos granadas de fragmentación.

Los menores habían sido acribillados a balazos a quemarropa y les colocaron al lado armas.

De acuerdo con el reporte de los médicos forenses los cadáveres presentaban tatuajes y quemaduras características de disparos a corta distancia. Así mismo, peritos en balística establecieron que con el fusil incautado no se podía disparar.

Mientras tanto, el ex comandante de la Brigada XVII del Ejército Nacional, general Héctor Jaime Fandiño, fue citado para el próximo viernes a rendir versión libre por el asesinato de 3 niños y 5 adultos el 21 de febrero de 2005 en la vereda Mulatos Medios del municipio de San José de Apartadó, en el departamento de Antioquia.

Según la fiscalía, los militares conjuntamente con los integrantes de las autodefensas, incursionaron en la zona y dieron muerte a sus habitantes, entre los que se encontraban 3 niños de 4, 5 y 6 años de edad.

El general Fandiño fue involucrado en estos hechos por el capitán Guillermo Armando Gordillo Sánchez, quien sostuvo ante la fiscalía que el alto oficial en una oportunidad lo llamó para alertarlo sobre la declaración que estaba entregando un paramilitar a la Fiscalía sobre dicha masacre.