Grandes estragos materiales, pero no heridos, dejó esta madrugada la explosión de una bomba en el centro de la ciudad de Neiva, donde, además, se evitó una tragedia de proporciones, al ser desactivado oportunamente otro artefacto de gran poder.

La acción terrorista, que se atribuye a las Farc, se produjo contra la residencia del empresario arrocero Carlos Cabrera en el barrio El Altico y causó destrozos en 50 edificaciones aledañas.

Según la Policía del Huila, la carga que explotó estaba compuesta por 20 kilos de anfo.

No muy lejos de allí, frente a otra residencia de un empresario huilense, se encontró otro paquete explosivo que no alcanzó a ser detonado por los terroristas y que contenía varias granadas de fragmentación y 20 kilos de anfo.

Cuatro horas emplearon los expertos antiexplosivos de la policía para desactivar el poderoso paquete bomba.

Se recuerda que el lunes y el martes se produjeron sendos ataques con granadas en la capital del Huila.

Una de las acciones se produjo contra la residencia de un agente de la policía y uno de sus hijos, de 5 años, resultó herido.

El Coronel Julio César Alvarado, comandante de Policía del Huila, señaló que esta oleada terrorista tiene el sello de las Farc.