El presidente Juan Manuel Santos afirmó a la BBC de Lóndres que si la justicia colombiana involucrara al expresidente Alvaro Uribe dentro del sonado proceso de las chuzadas telefónicas del DAS se sentiría triste, pero “por supuesto lo aceptaría”, aunque advirtió: «No acepto que sea culpable».

«No estaría contento, estaría muy triste si eso ocurriera, pero por supuesto que lo aceptaría”, declaró Santos al ser interrogado por el periodista Stephen Sackur, conductor del programa de la BBC Hard Talk.

«Espero que no suceda, pero si pasa, que así sea», añadió Uribe.

A la pregunta: «Usted es el presidente y podría decirle a la nación si es el momento para que Uribe, quien era el presidente en esa época (en la que explotó el escándalo), sea investigado», Santos respondió:

«La Corte y el sistema judicial está trabajando y está investigando. Personas muy cercanas a Uribe están, en estos momentos, siendo investigadas e interrogadas por la Corte Suprema y por el Fiscal General. Tenemos que respetar la independencia de los tribunales. Yo no puedo ir y decir: ‘tienen que investigar a X o Y’. Nosotros somos una democracia, respetamos la independencia de los poderes. He estado apoyando cada una de las investigaciones, no importa a quien toquen (esas investigaciones)».

El periodista insistió: «No importa a quien toquen… ¿Usted me está diciendo y, más importante, le está diciendo a los colombianos que si la investigación llega al ex presidente Uribe, usted estará satisfecho, contento de que eso pase?»

Al efecto, Santos respondió: «No estaría contento».

Sin embargo, el presidente Santos señaló que confía en su predecesor y reiteró en que espera que lo que hipotéticamente se habla, no ocurra.

«No acepto que sea culpable», dijo Santos durante la entrevista que se llevó a cabo al finalizar el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde el mandatario se encontraba como invitado.

Bien podría ser que ese círculo íntimo (de Uribe) haya hecho cosas de las que él no estaba enterado, reseña la BBC.

«La relación que (Uribe) tenía con su equipo, con su círculo íntimo, es algo que sólo él conoce; pero bien podría ser que ese círculo íntimo haya hecho cosas de las que él no estaba enterado, aunque eso es algo que debe determinar la justicia», explicó Santos.

La BBC señala que desde que Uribe abandonó el poder en agosto del año pasado se han intensificado las investigaciones y las sanciones por escuchas ilegales durante su gobierno contra magistrados, opositores y periodistas.

Añade que de hecho en octubre el Procurador General de Colombia sancionó disciplinariamente al círculo cercano del ex presidente Uribe durante su gobierno.

Subraya que el más cercano de los antiguos colaboradores de Uribe que fue sancionado es Bernardo Moreno, quien fue secretario general de la Presidencia durante seis años hasta que Uribe dejó el poder el 7 de agosto.

Igualmente destaca que en un fallo de única instancia, el procurador general, Alejandro Ordóñez, sancionó a Moreno con la destitución y lo inhabilitó para ejercer cargos públicos por 18 años. Su cargo equivale al de ministro de la Presidencia en otros países.

Así mismo reseña que dos ex jefes del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la policía secreta que depende de la Presidencia, Jorge Noguera y María del Pilar Hurtado, también fueron destituidos e inhabilitados y un tercero, Andrés Peñate, fue suspendido por ocho meses de su cargo.

Advierte que las investigaciones contra todos ellos siguen su curso en la Fiscalía colombiana, aunque Hurtado recibió asilo político en Panamá.

Uribe, por su parte, está siendo investigado por la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes de Colombia, precisa la BBC.

HUGO CHÁVEZ

En la entrevista con la BBC Santos también habló sobre su par venezolano, Hugo Chávez, a quien el gobierno de Colombia acusó en numerosas ocasiones de cobijar a miembros de las FARC.

En esta ocasión, sin embargo, el presidente colombiano aseguró que el gobierno de Venezuela está colaborando con su vecino.

«(Chávez) me prometió a mí y al mundo que no permitiría que la guerrilla opere en su territorio, y ha estado cumpliendo. Por primera vez, por primera vez en las últimas semanas, nos ha entregado a miembros de la guerrilla que ha capturado en las altas esferas».

Algunos se siguen preguntando si, aún con la colaboración de Chávez, la estrategia militar, sin diálogo, es suficiente para terminar el conflicto con las FARC. ¿Es hora de sentarse a hablar, entonces?

«Bueno, depende de ellos», respondió Santos. «No hablaré con ellos a menos que nos muestren que realmente quieren un acuerdo de paz o dejar las armas. Porque en demasiadas ocasiones utilizaron estas charlas para rearmarse, como un momento para descansar y recuperar fuerzas, y no volveremos a repetir esa farsa».

Y nombró las condiciones para sentarse con Alonso Cano, líder del grupo rebelde, quien había dicho cuando Santos asumió como presidente que él estaba listo para hablar.

«Tienen que dejar de reclutar niños a la fuerza, tienen que dejar de poner bombas en objetivos civiles».

Más aún, pidió un gesto concreto: «Si, por ejemplo, dicen ‘liberaremos a todos los secuestrados’, entonces tal vez pueda, o piense en, sentarme con ellos y conversar»

De todos modos aclaró que mientras no se den las condiciones para el diálogo el gobierno de Colombia continuará presionando militarmente a las FARC.