Los «narcosubmarinos» están en la mira de la Armada colombiana, que lidera una crucial lucha contra las drogas en el mar, tal y como se evidenció esta semana con el hallazgo de la primera embarcación totalmente sumergible, con capacidad para transportar siete toneladas de cocaína y lista para partir a México.
Así lo reveló en una entrevista el almirante Álvaro Echandía, comandante general de la Armada Nacional de Colombia, quien reconoció una impresionante sofisticación en la construcción de sumergibles por los «narcos» desde que se descubrió el primero, en 1993.
Desde esa fecha se han hallado en Colombia 60 semisumergibles, es decir, embarcaciones incapaces de hundirse por completo, por lo que su detección era menos complicada gracias a los radares o los rastros de combustible y humo.
Pero el hallazgo, el pasado 13 de febrero, de la embarcación número 61 llevó a la Armada a repensar su estrategia por tratarse de un auténtico submarino, «capaz de sumergirse completamente y navegar hasta a nueve metros de profundidad».
«Cada vez se fueron sofisticando más», explicó el almirante, quien aclaró que esos sumergibles los construyen en esteros de ríos y manglares ocultos por la vegetación de la selva, especialmente en la costa del Pacífico, y una vez terminados esperan a que suban las mareas para hacerlos navegar en alta mar.
El submarino hallado esta semana cerca de la desembocadura del río Saijá, en el departamento del Cauca (suroeste), se había hecho «con tecnología avanzada vista por primera vez en Colombia. Su construcción habría costado más de 4.000 millones de pesos (unos 2,2 millones de dólares) a las bandas criminales», detalló Echandía.
El jefe de la Armada afirmó que los artífices de la construcción de estos artefactos son colombianos y descartó así que los cárteles mexicanos estén metidos en esta fase del negocio, ya que éstos se dedicarían a organizar el transporte hasta el país del norte.
Estos sumergibles llevan hasta México la droga que producen y mueven hasta las costas la guerrilla de las FARC, las nuevas bandas criminales, llamadas «bacrim» y constituidas en buena parte por antiguos paramilitares, y los narcotraficantes puros, es decir, las firmas de siempre, que se alían en muchas ocasiones entre sí.
«Las alianzas de las bacrim con las FARC son de conveniencia. Las FARC, que tradicionalmente fueron una guerrilla de izquierdas, en este momento ya no lo son, se narcotizaron y se están convirtiendo en un cartel», explicó el alto oficial.
En cuanto a las rutas marítimas de la droga, detalló que hay varias en el Pacífico, la más lejana va incluso más allá de las islas ecuatorianas de Las Galápagos; y otras están más cerca del litoral, entre ellas la denominada Ruta Central, que bordea Centroamérica tanto por el Pacífico como por el Caribe.
«La Ruta Oriental va a la isla de La Española (la República Dominicana y Haití) y se puede derivar a África o Europa», añadió el almirante sobre lo que consideró es una «nueva y gran preocupación».
El papel de la Armada colombiana es evitar que las embarcaciones y los sumergibles lleguen a aguas internacionales, pero si se pasan esos límites cuenta con la colaboración de Estados Unidos y también de Panamá.
E intercambia especialmente con las autoridades estadounidenses información, lo que ha permitido la aprehensión de 494.257 kilos de cocaína colombiana en el mar desde 2005, detalló.
Esta institución ha venido incautando alrededor de la mitad de la droga total hallada en el país desde esa fecha.
Además, participa en la erradicación de cultivos en zonas aledañas a los ríos navegables, en decomisos de precursores químicos usados en la elaboración de la cocaína y bidones de hoja de coca en maceración, así como laboratorios.
Todo ello con el presupuesto exclusivo de la propia Armada, ya que, según Echandía, el apoyo del Plan Colombia «ha sido mínimo» porque esos fondos, más de 8.000 millones de dólares entregados por EE.UU. desde 2001, fueron «a la Fuerza Aérea, a la Policía y a la Brigada Antinarcóticos del Ejército».
«Nosotros recibimos algunas lanchas, pero básicamente la lucha contra el narcotráfico la hace la Marina con su presupuesto», concluyó el Alto Oficial. EFE