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Edwin Congo en bancarrota y desaparecido

El diario el Mundo de España aseguró hoy en un articulo, que el jugador colombiano, Edwin Congo está en bancarrota, además de afirmar que debido a sus deudas no se sabe su paradero.

Según el diario, Congo en noviembre pasado acumuló un gran número de deudas que le impidieron concretar los planes de abrir un restaurante en la ciudad de Valencia, además el rotativo dice, que junto con el delantero, los compromisos económicos también afectaron a su hermano Fabio y a otros compañeros.

En este momento, la situación de Congo es tan dificil que el jugador se dio a la huida y nadie sabe su paradero.

El diario indica que el delantero prometió a su arribo al Madrid que lograría más de una naotación junto al que fuera su compañero, el también delantero Raúl, pero al no concretar los hechos, las directivas del equipo lo sentaron en la banca de suplentes.

Tras su salida del Madrid, el diario indicó que, «Congo salió del Bernabéu por la puerta de servicio rumbo a Valladolid. Allí marcó un gol. Volvió a Madrid cuando Florentino Pérez ya había tomado el mando y se volvió a marchar. Una y otra vez. Primero al Vitoria de Guimaraes portugués, luego al Tolouse francés, después al Levante, el Sporting, el Recreativo y hasta el Olímpic de Xàtiva o el Benissa, de Regional Preferente, en un continuo descenso a los infiernos del fútbol.»

Tras su desastrosa carrera en el fútbol español, el delantero abrió un bar restaurante en Valencia, llamado Blue Marlin, negocio que inició junto con su madre y su hermano abrieron un bar.

El diario publicó sobre las deudas de Congo, «En noviembre pasado Congo cerró el bar y desapareció. Otra vez por la puerta de servicio. En julio del año pasado había sido denunciado por impago. El restaurante estaba a nombre de su hermano Fabio, que se declaró insolvente en el juicio. Josefa, la dueña del local, asegura que los Congo le deben más de 12.000 euros. El mismo día que les bajó la persiana y los desalojó del Blue Marlin cansada de alargar los plazos para cobrar las deudas, les habían cortado la luz en el restaurante.

«Siempre me supo mal insistirles demasiado para que me pagaran porque entendía que la crisis nos afectaba a todos y me sabía mal, pero al final me engañaron, es una vergüenza. Tuve mucha paciencia con ellos y al final nunca me pagaron», se lamenta la propietaria del inmueble. Dice que no le pagaron ni un euro en todo el año pasado. Congo le marcó un gol. A ella sí.»