La página web de Wikileaks sufrió un colapso el martes en lo que se atribuyo a un ataque de hackers tras la publicación de unos 134.000 cables del Departamento de Estado considerados «altamente peligrosos», según lo publicó hoy el diario británico ‘The Guardian’.

«Wikileaks.org está siendo atacado en este momento», señaló la organización que dirige Julian Assange a través de su cuenta oficial de Twitter a última hora del martes.

Tras una hora de bloqueo Wikileaks actualizó su estado en la red social para apuntar que estaban «aún bajo el ataque» y redirigió a sus seguidores a través de una web espejo vinculada a un sistema de búsqueda independiente, cablegatesearch.net.

El ataque a la organización de Assange, según el diario alemán Der Spiegel, proviene de la ruptura entre el fundador y su portavoz Daniel Domscheit-Berg. La fuga comprende 251.000 documentos con sus respectivas fuentes y contactos, que ahora temen por su vida.

Wikileaks filtró accidentalmente un documento que contenía 251.000 cables relativos al Departamento de Estado de los EEUU considerados «altamente peligrosos».

La fuga de cables no fue voluntaria esta vez, por parte de la organización que dirige Julian Assange. Según reporta el diario alemán Der Spiegel «fue el resultado indirecto de una ruptura entre el fundador Julian Assange y portavoz Daniel Domscheit-Berg».

«Desde principios de año, un archivo cifrado ha estado circulando en la Internet que contiene la colección de alrededor de 251.000 documentos del Departamento de Estado de los EEUU que WikiLeaks obtenidos en la primavera de 2010 y hecho público en noviembre de 2010», publicó Der Spiegel.

La gravedad del asunto radica en que, quien haya sido el autor de la acción, logró descifrar el código, y dichos cables fueron publicados junto a sus respectivas fuentes confidenciales. Entre ellas, hay agentes cuya vida podría estar en peligro.

De acuerdo con el Washington Post, cuando Domscheit-Berg dejó Wikileaks a finales de 2010, se llevó una colección de material, dentro del cual estaban los cables en cuestión.

Si bien el material fue devuelto a Assange, pero éste no se dio cuenta de que la información clasificada estaba dentro de esa tanda. Y fue liberada cuando todos esos documentos fueron lanzados a la web.

El personal del Departamento de Estado y varios activistas por los Derechos Humanos han mostrado su preocupación por la publicación de estas fuentes, que incluyen a activistas, periodistas y académicos en países con Gobiernos autoritarios, y que, por tanto, podrían enfrentarse a represalias.

Santa Fe con agencias