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Conductores borrachos son asesinos en potencia, afirma Mintransporte

–El ministro del Transporte, Germán Cardona Gutiérrez, aseguró hoy que los conductores borrachos son “asesinos en potencia” y por lo tanto deben ir a la cárcel.

El pronunciamiento lo hizo el ministro en la ciudad de Manizales, a propósito del creciente número de accidentes provocados por conductores en estado de alicoramiento, cuya última víctima fue el niño Diego Alexander Hernández Báez, de 11 años, quien murió arrollado cuando jugaba frente a su casa en el barrio Rionegro, al noroccidente de Bogotá.

El ministro Cardona Gutiérrez dijo que el gobierno insistirá ante el Congreso de la república para que sin más dilaciones apruebe una nueva legislación en la que se determinen penas de cárcel a los conductores ebrios, por considerar que son “asesinos en potencia”.

El director de la Policía de Tránsito, General Rodolfo Palomino coincidió con el ministro del Transporte en que se requiere con urgencia una reforma penal para castigar con cárcel a los irresponsables que conducen en estado de alicoramiento.

El pronunciamiento lo hizo el general Palomino al condenar la muerte del niño Diego Alexander Hernández Báez, de 11 años, causada por un conductor borracho.

El general Palomino se declaró alarmado por el alto número de personas que conducen en estado de embriaguez, tras revelar que solo en Bogotá, en las noches del viernes y del sábado, fueron inmovilizados 1.535 conductores por esta causa.

A partir del segundo grado de alicoramiento el sujeto debe ir a la cárcel, advirtió el general Palomino, tal como sucede en otros países.
Añadió que aquí en Colombia solo se puede inmovilizar el vehículo e imponer un comparendo, por lo que el individuo puede ir a dormir la borrachera en casa y al día siguiente sacar el carro de los patios de Tránsito y además tiene plazo de 3 días para cancelar el parte.

El general Palomino pidió la colaboración de la ciudadanía para que reporte los conductores alicorados que observen a bordo de sus vehiculos, para evitar que causen tragedias como la ocurrida en las últimas horas en Bogotá, donde la víctima fue el niño Diego Alexander, de 11 años.

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