Un plan para atentar contra el embajador de Arabia Saudita y otras sedes diplomáticas, fue desmantelado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) , la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA), con la colaboración de las autoridades mexicanas.
Según estos organismos, el plan tenía previsto realizar el atentado con una bomba y posteriormente realizar otros ataques contra las embajadas de Arabia Saudí y de Israel en Washington y Buenos Aires.
El secretario de justicia estadounidense, Eric Holder, dijo que el plan “Fue dirigido y aprobado por elementos del gobierno de Irán, que incluyen fuerzas armadas y funcionarios de alto nivel que serían los responsables de este complot.
El atentado habría sido pagado por 1 millón 500 mil dólares y se efectuaría en un restaurante donde habría 100 a 150 personas, dijeron las autoridades norteamericanas.
Según se conoció el atentado sería efectuado por miembros del cartel mexicano de los Zetas y se anunció que se formularán cargos contra los responsables.
Por su parte, un consejero del presidente iraní Mahmud Ahmadinejad rechazó las acusaciones de Estados Unidos sobre la implicación de Irán en el plan de asesinato.
«Es un escenario prefabricado para desviar la atención de la opinión pública norteamericana de los problemas internos de Estados Unidos», declaró Alí Akbar Javanfekr, consejero de prensa del presidente Ahmadinejad.