Después de 22 días de investigaciones, las autoridades pudieron esclarecer el asesinato del pequeño Sebastián Orozco, de 15 meses de nacido, encontrado sin vida el pasado 27 de septiembre en el río Guatapurí, en el departamento del Cesar.

Las investigaciones permitieron determinar que la responsable del homicidio es su propia madre, Vanesa Orozco, de 17 años, quien con diferentes versiones trató de desviar la atención de las autoridades.
Los exámenes de Medicina Legal sobre el cadáver del menor precisaron que el niño murió de un golpe en el cráneo y no por inmersión, tal como la mujer lo sostenía.

Además, tres personas testificaron haber visto a la menor con el niño en los brazos en inmediaciones del balneario Hurtado el día en que supuestamente desapareció el pequeño.

La mujer viéndose acechada por las autoridades confesó el hecho, y fue capturada y judicializada por el delito de filicidio y fue internada en el Centro de Atención y Observación del Adolescente Infractor a la Ley Penal, Cromi, de Valledupar.