En medio de las persistentes denuncias sobre la existencia de un carrusel de la contratación en el Instituto de Bienestar Familiar, ICBF, renunció en las últimas horas a la dirección del organismo, Elvira Forero.

En principio se afirma la directora del ICBF presentó la dimisión como parte de la restructuración del Estado, a propósito de lo cual el presidente Juan Manuel Santos firmó en las últimas 80 decretos, con base en las facultades que le otorgó con ese objetivo el congreso de la república.

Sin embargo, la Congresista Ángela María Robledo declaró esta mañana en Radio Santa Fe que está segura de que fue el presidente Santos quien le pidió la renuncia a Elvira Forero por las denuncias que se han hecho alrededor de sus actuaciones supuestamente irregulares en el organismo.

Igualmente se ratificó en sus denuncias sobre las graves irregularidades detectadas en el Instituto de Bienestar Familiar y señalo que a la directora Elvira Forero, no le quedaba otra alternativa que renunciar.

Ahora tiene la oportunidad de defenderse, señalo.

Angela María Robledo promovió el martes pasado un debate de control político en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, contra la directora del ICBF, y en diálogo con Radio Santa Fe señaló al día siguiente que el debate no tuvo ningún eco entre los integrantes de la misma corporación, porque sus colegas se confabularon a favor de la directora del ICBF.

“Un contrato de 14 millones de porciones de alimentos que diariamente debe entregar el Instituto de Bienestar Familiar debe ayudar mucho a mis compañeros de la Comisión Séptima de la Cámara”, afirmó la representante Angela Maria Robledo.

La congresista aseguró que la directora del ICBF Elvira Forero no respondió a los cuestionamientos que se le formularon y que además los integrantes de la comisión minimizaron el debate e incluso lo ridiculizaron para restarle trascendencia a las denuncias de corrupción.

Según Robledo, Elvira Forero convirtió al Instituto en un «monstruo que sólo se ocupa de contratar, contratar y contratar mientras que la garantía de derechos de las poblaciones más pobres y vulnerables está en veremos».

Robledo dijo que no hubo explicación al hecho de que el Grupo Torrado, que encabezan dos hermanos, uno de los cuales es concejal de Cúcuta y el otro senador de la República, acaparan once contratos de de alimentos del ICBF.

Señalo que Elvira Forero llegó al ICBF de la mano del ex presidente Álvaro Uribe en 2006 y su gestión, que la Procuraduría califica de desfavorable y la Contraloría evalúa de ineficiente, se ocupó de duplicar y concentrar 80% de un presupuesto que hoy llega a 3.9 billones de pesos.

Robledo denunció que esta concentración de los recursos en la Dirección General del ICBF acarrea problemas de transparencia, aumenta los costos de transacción, favorece los monopolios, homogeniza la producción y la alimentación, debilita el papel de sus 33 regionales.

Advirtió que las alcaldías y las regiones no tienen ninguna incidencia en esta institución, en términos de presupuesto y aplicación de políticas públicas.

Añadio que la directora Elvira Forero decide directamente sobre 3 billones y medio destinados a «alimentar» una serie de empresas, grupos, consorcios y hasta organismos internacionales que tanto la Procuraduría como la Contraloría investigan por cuenta de múltiples irregularidades que van en contravía de los principios de transparencia y probidad impulsados desde el gobierno Santos.

Dijo que a cuenta de la «gestión empresarial a gran escala» de Elvira Forero, el ICBF perdió su norte y se convirtió en una empresa contratista que no cumple su misión de garantizar y restablecer los derechos de las familias más pobres del país.

Indicó que los recursos que destina el ICBF para alimentar a niños y viejos en mayor situación de vulnerabilidad, van a los bolsillos de contratistas como el Grupo Torrado, Cooperativa Colanta, Red Alma Máter y la Organización Internacional de Migraciones (OIM), entre otros.