En diálogo con Radio Santa Fe, el presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros, ACC, Ricardo Virviescas señaló que los profesionales del volante colombioanos no tienen nada que ver con los nataques a camiones ecutorianos en Colombia, como lo denunció la embaja de Quito en Bogotá, y agregó que el Gobierno Nacional no ha llevado a cabo las labores proteccionitas para cobijar a este sector.
«Que lastima que nuestra embajada no defienda a los nuestros que también son atacados constantemente en Ecuador, les retienen los vehículos, les quitan los vehículos y se los expropian bajo el concepto de que están llevando contrabando, porque tanquean con ACPM ecutoriano para atender los servicios y allí les detienen los carros, les destrozan los carros, les pegan y hasta la misma fuerza pública ayuda para que los camioneros ecuatorianos ataquen a los camioneros colombianos» señaló el líder gremial.
Virviescas también denunció que empresas colombianas que compraron vehículos en Ecuador, y los cabezotes son desenganchados en la frontera para engancharlos a vehículos ecuatorianos y continuar con la operación, lo que afecta a los camioneros individuales, le retienen el carro y hasta se lo quitan.
Por su parte, la ACC entregó el domingo un comunicado donde aseguró que no tiene nada que ver con los ataques a transportadores ecuatorianos como lo afirm[o la embajada y record[o que el gremio edalanta una protetsta de desobediencia pacifica.
La ACC señaló que ha venido promoviendo y asistiendo durante 20 meses a reuniones con las autoridades y gremios afines en Colombia y en Ecuador para buscar la solución definitiva al problema de desplazamiento del Camionero Colombiano en nuestro territorio (el combustible Ecuatoriano y Venezolano es subsidiado y crea dumping e imposibilidad de competir al camionero Colombiano) y la falta de garantías en los países vecinos donde las autoridades detienen los camiones por meses llevando a la quiebra al camionero Colombiano y a la cárcel sus conductores.
La Asociación Colombiana de Camiones pidió «un compromiso serio por parte de las autoridades y entidades Colombianas que respalden a sus compatriotas de la misma manera como lo hacen los gobiernos vecinos con sus conciudadanos para llegar a la soluciones inmediatas que evite más descalabros en la economía nacional y en las relaciones internacionales».
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