Con ocasión del Día Mundial contra el Sida, el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios del Vaticano publicó un mensaje en el que destaca que es «fundamental la formación y educación de todos» para promover la fidelidad y la abstinencia como armas eficaces para luchar contra este flagelo.

En el comunicado, la Iglesia insiste en la necesidad de implementar «un estilo de vida que privilegie la abstinencia, la fidelidad conyugal y el rechazo a la promiscuidad sexual».

Según el dicasterio, es necesario promover «La educación a estilos de vida que comprendan también un acercamiento correcto y responsable a la sexualidad».

Así mismo, el Pontificio Consejo enfatizó sobre la necesidad de implementar y difundir terapias adecuadas necesarias para que una persona infectada lleve una vida normal.

Estas personas «podrían llevar una vida normal, si tan sólo habrían tenido acceso a las terapias farmacológicas adecuadas».

Asimismo, ha señalado que también es «injustificable» la transmisión del virus «de la madre al niño, muchas veces víctima antes de comenzar a ver el mundo que le rodea».