Una pareja de recién casados surcoreanos y un tripulante herido fueron rescatados del crucero semihundido el sábado, pasadas más de 24 horas desde que el barco con 4.000 pasajeros a bordo naufragara junto a la costa occidental italiana, mientras la cifra de fallecidos se elevó a cinco.
Los cuerpos de dos personas de avanzada edad fueron encontrados en el interior del crucero el domingo por la tarde.
El descubrimiento de los dos cadáveres ha sido devastador después de que horas antes fueron halladas con vida tres personas que permanecían en el interior de la embarcación, lo que había aumentado las esperanzas de encontrar más supervivientes.
La embarcación, en la que viajaban 4.229 personas y que en la noche del pasado viernes encalló en un banco de arena a unos setenta metros de la costa de la isla, yace inclinada sobre su lado derecho, lo que dificulta los trabajos de rescate.
Al llegar a la isla en uno de los barcos que la conectan con la localidad de Puerto Santo Stefano, lo primero que llama la atención es ver cómo el flanco de babor es la única superficie de la nave que aflora por encima del agua, en horizontal, junto a la parte del casco, en el que se aprecia una enorme grieta y una inmensa roca que ha quedado incrustada en él.
Los equipos revisaron cuidadosamente las miles de cabinas del Costa Concordia en busca de las personas de las que aún no se tiene noticias, después de que la enorme embarcación encallara y volcara hacia un lado, causando 70 heridos.
La tarea se asemeja a buscar en una pequeña ciudad, solo que volcada, a oscuras en gran medida y parcialmente sumergida en aguas heladas. Decenas de buzos participan en la operación.
Hacia la una de la tarde, los equipos rescataron por aire a Manrico Gianpetroni, sobrecargo jefe, horas después de que contactaran con él por voz desde varios pisos de distancia.
Gianpetroni, que tiene una fractura en la pierna, fue sacado en camilla del barco por un helicóptero y trasladado directamente al hospital.
«Nunca perdí la esperanza de que me salvaran. Fueron 36 horas de pesadilla», dijo a los periodistas.
Poco después de medianoche, los equipos de rescate hallaron a dos personas, ambos surcoreanos, vivos en una cabina tras contactar con ellos por voz desde varios pisos de distancia. Fueron trasladados a tierra ilesos aunque aturdidos.
Hasta la tarde del domingo, cerca de un cuarto de la parte del barco que se encuentra sobre el agua había sido registrada. «Esta es una ciudad flotante y es muy difícil», dijo Luca Cari, portavoz de los equipos de rescate de Giglio.
El capitán del barco de lujo de 114.500 toneladas está detenido acusado de homicidio involuntario múltiple, de causar un naufragio y abandonar el barco, dijo la policía italiana.
Los pasajeros, algunos de los cuales dijeron que sentían que se repetía el desastre del Titanic, contaron historias de personas saltando por la borda y otros luchando por chalecos salvavidas presas del pánico cuando el barco golpeó una roca y encalló cerca de la isla de Giglio, a última hora del viernes.
Dos turistas franceses y un miembro peruano de la tripulación fallecieron. Se desconoce la identidad de los dos cadáveres recuperados el domingo y hay confusión respecto al número de personas no localizadas. El presidente de la región de la Toscana dijo que eran 17, pero otras estimaciones calculaban hasta 34.
El vasto casco del crucero de 290 metros permanecía semihundido y volcado hacia un lado, cerca del pequeño puerto de Giglio, una isla pintoresca en una reserva marítima cerca de la costa de la Toscana. En el lateral se podía apreciar con facilidad una gran vía de agua.
Los equipos de rescate, que contaban con especialistas en buceo, recorrían las más de 2.000 cabinas del crucero, un hotel flotante con un enorme spa, siete restaurantes, bares, cines y discotecas.
Mientras continuaba la búsqueda, aumentaban los interrogantes sobre por qué la embarcación se acercó tanto a la costa y las amargas quejas sobre cuánto se tardó en evacuar a los aterrados pasajeros después de que el barco encallara a última hora del viernes.
El fiscal Francesco Verusio dijo que la investigación podría ampliase.
«Estamos investigando la posible responsabilidad de otras personas que podrían ser responsables de una maniobra tan peligrosa», dijo a la cadena de televisión SkyTG24. «Los sistemas de mando no funcionaron como deberían».
TEMOR DE FALLECIDOS
Los magistrados dijeron que Schettino, cuyo barco trasportaba 4.229 pasajeros y tripulación, abandonó el crucero antes de que se hubiera evacuado a todos los pasajeros.
El operador, Costa Cruceros, división de Carnival Corp & Plc, la mayor compañía de cruceros del mundo, dijo que el Costa Concordia llevaba su rumbo habitual cuando se topó con una roca sumergida.
En una entrevista en televisión, Schettino dijo que la roca no aparecía en las cartas marítimas de la zona.
El presidente de Costa Cruceros, Gianni Ororato, dijo que el capitán «realizó una maniobra con el objetivo de proteger a los huéspedes y la tripulación» pero se vio complicada» por la repentina inclinación del barco»
Tras una operación nocturna el viernes y sábado con helicópteros, barcos y botes salvavidas, muchos pasajeros habían abandonado la zona y fueron llevados al aeropuerto de Roma para volver a sus casas.
El barco se vio envuelto en un accidente el 22 de noviembre de 2008 cuando golpeó un muro de un puerto y resultó dañado cuando atracaba.
Santa Fe con Reuters