Los seres humanos somos por naturaleza bisexuales. Si alguien te tapa los ojos y una mano con un guante te acaricia, tu puedes llegar a excitarte mucho y aún no sabiendo de que sexo es la mano.
En la guerra y en las cárceles es muy común que los hombres tengan relaciones sexuales entre sí, sin que en ello haya homosexualidad. Lo mismo pasa en las famosas fiestas Swinger donde uno se puede excitar con el roce de un cuerpo.
En el siglo XXI es ya probado que ante el placer somos bisexuales. La fantasía más repetitiva de un hombre es tener dos mujeres haciendo el amor.
El cuerpo humano en un acto de excitacion sexual puede llegar a ser muy agradable.
Yo puedo disfrutar del placer con un hombre o una mujer pero de pronto mi relación de pareja la construyo con uno o con el otro, de acuerdo con lo que yo decida.
Con respecto a la polémica desatada en Bogotá por la educación sexual en los colegios, es necesario decir que ésta no puede estar en manos de los padres porque ellos les ponen mucho misterio al tema del sexo, dado que lo consideran como un tema grave.
La educación tiene que estar en manos de expertos porque para los padres, los niños siguen llegando de París.
Así como la parte médica no es discutida con los papas, así debe ser el tema de la sexualidad.
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