–El alcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, pidió a la cancillería colombiana y a los organismos de seguridad del país investigar las actuaciones de unos militares retirados de Israel que se han convertido en amos y señores del balneario de Taganga y que, además, son acusados de vender paquetes turísticos que incluyen drogas, armas y sexo infantil.

El pronunciamiento lo hizo a raíz de la publicación que hizo el diario El Tiempo de Bogotá, en la cual aseguró que los “exmilitares israelíes son los nuevos amos de Taganga”.

Dos de los israelíes son Mor Zohar, dueño del restaurante Daisys y Yossef Shimon, administrador de Casa Bait.

El alcalde de la capital del Magdalena afirmó que supuestamente los extranjeros están aliados con bandas criminales que operan en la región, entre ellas las de “los urabeños”.

Caicedo dijo que en Taganga hay una colonia importante de extranjeros turistas, pero también hay otros que están introduciendo una grave dinámica de prostitución, de microtráfico de droga e incluso de invasión de los cerros.

Añadio que la comunidad del sector ha entregado evidencias de los hechos y por ello ha solicitado la correspondiente investigación al gobierno nacional, a la cancillería y a las autoridades competentes.

Además señalo que espera que la embajada de Israel colabore en la investigación.

«Estoy seguro de que a ellos les preocupa que unos pocos ciudadanos, no la mayoría, hagan quedar mal a su país», precisó.

Según la notam del periódico, los israelíes llegaron a ese corregimiento hace más de cinco años como turistas y poco después regresaron “y ahora están enturbiando el ya convulsionado orden público de la zona, dormitorio de líderes de bandas criminales”.

Además, los involucrando en la venta de droga, armas y en explotación sexual infantil.

El diario capitalino no revela una fuente concreta de esta información. Solo señala que se trata de líderes comunales del corregimiento, ubicado a 10 minutos de la capital del Magdalena.

Según el periodico, los exmilitares israelíes, que viven en una mole de concreto, custodiada por ocho cámaras de seguridad y portan armas amparadas con salvoconductos y se mueven en camionetas 4×4 con la bandera de Israel, aseguraron que son inversionistas, que tienen todos sus papeles en regla y que no tienen necesidad de trabajar con coca o prostitutas.