El alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro, denunció un complot en su contra para hacerlo fracasar y también una campaña mediática promovida no por los periodista rasos sino por «otros de más arriba».

Aunque advirtió que no se trata de que «exista un plan maestro para hacerle fracasar, o que el propio presidente haya dado orden de que lo abrasen», Petro dijo que hay “una coalición de intereses”, que no quieren que su programa de renovación se lleve a cabo, aunque sea un programa local.

Según declaraciones que transcribe hoy el diario El Espectador, el alcalde de la capital dijo que «esa oposición la forman los afectados por las reformas propuestas, propietarios de tierras en los límites de la ciudad, allí donde quieren que se expanda Bogotá; contratistas que se oponen a la revitalización urbana; transportistas que ven al Distrito como futuro competidor”.

Según el periódico capitalino, Petro se declaró dolido, abandonado e injustamente criticado pues advirtió que las criticas le han llovido pese a que ni siquiera han pasado los 100 días de gracia a que suelen tener derecho los políticos electos.

También refutó a quienes lo tachan de autoritario y afirmo que solo es “firme” y que cuando la prensa se le pone en contra, y hay quien hace mofa de que replique a sus críticos por Twitter, subraya que ya que no tiene los medios a favor, ha de defenderse como pueda. “Si mienten sobre mí, yo he de dar mi versión”.

Petro dijo que quiere simplemente cumplir su programa, que “es un programa del siglo XXI, con respeto al cambio climático, lucha contra la segregación social, revitalización de la educación”, y con una atención especial a “los jardines infantiles, los de los niños de cero a cinco años”.

Lo que ocurre “es que hay quienes temen mi crecimiento político, quienes no quieren que la diferencia prevalezca. Yo soy diferente y cuando comienzo a desarrollar métodos alternativos de gobierno me convierto en peligroso”, precisó Petro.