La Orquesta Filarmónica de Bogotá continúa el ciclo de conciertos en homenaje a Ludwig van Beethoven, esta vez con el ‘Concierto No.1 en do mayor para piano y orquesta’, que será interpretado este viernes y sábado 16 y 17 de marzo, en el auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional.
Sobre el ‘Concierto No.1 en do mayor para piano y orquesta’, la musicóloga Ellie Anne Duque nos comenta, “El primero de ellos (de los conciertos) data de 1795 y el segundo fue estrenado en Praga en 1798 con el mismo Beethoven como solista. Estos dos conciertos ilustran el estilo temprano de Beethoven, previo a su primera sinfonía de 1800”.
Los conciertos de este viernes y sábado 16 y 17 de marzo, contará con la dirección del director titular de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, Enrique Arturo Diemecke, recordado por su logros a nivel internacional como el Grand Prix de la Académie du Disque Lyrique de Francia, por el disco compacto de la ópera Le Jongleur de Notre-Dame, en 2010. Además, el maestro Diemecke fue director artístico durante 17 años de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, agrupación a la que le imprimió un fuerte sello de liderazgo y vanguardia.
La OFB contará también con la participación del solista invitado, el destacado pianista ruso-estadounidense Alexandre Moutouzkine, el cual es toda una revelación por la perfección de su técnica e interpretación. Su presentación de los Estudios de Chopin en el Gran Salón del Conservatorio de Moscú fue grabado en vivo y lanzado en la colección de Archivos de Música Clásica en Rusia.
Moutouzkine ha hecho giras por Alemania, Francia, España, Rusia, Italia, Norte y Sur América. En temporadas recientes ha aparecido como solista de la Orquesta Sinfónica de Tivoli, la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española, la Orquesta de Cleveland, la Filarmónica de Lousiana, la Filarmónica de Valencia, las sinfónicas de Gran Canaria y Tenerife en las Islas Canarias, la Orquesta Sinfónica Nacional de Panamá, la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, la Filarmónica de Israel y la Orquesta Filarmónica de República Checa.
Su concierto en el Wigmore Hall de Londres, la legendaria sala de conciertos especializada en música clásica, fue aclamado por la revista internacional Piano, como, “grandiosamente orgánica, con numerosas apreciaciones personales pertinentes, ofreciendo un equilibrio profundo entre la retórica y la fantasía… técnicamente deslumbrante”.
Sus recientes presentaciones incluyen debuts en el Gran Salón de la Filarmónica de Berlín con el Concierto para Piano No.1 de Brahms con la Berliner Symphoniker, un concierto de música de cámara en el Kaplan Penthouse del Lincoln Center con Jasper String Quartet, el Concierto para Piano de Scriabin con la Sinfónica de Stamford y la Rapsodia de Rachmaninoff en un tema de Paganini con Sinfonía en do.
En abril de 2011, Moutouzkine debutó en el Kimmel Center for Performing Arts de Filadelfia, presentando su propia transcripción para piano de la Suite El pájaro de fuego de Stravinski en vivo, junto con una animación encargada especialmente llamada “Who Stole The Mona Lisa?” (¿Quién se robó a la Mona Lisa?).
A lo largo del año la OFB ofrecerá al público los cinco conciertos para piano, que junto al ‘Concierto en re mayor para violín y orquesta’, interpretado el pasado 17 y 18 de febrero, completan la serie conmemorativa que la orquesta realizará de los conciertos de este importante pianista y compositor.
Las fechas programadas para estas obras son: mayo 4 y 5, julio 27 y 28, septiembre 28 y 29, octubre 12 y 13. Adicionalmente, la OFB incluyó en su programación 2012, la interpretación de cinco de las nueve sinfonías de Beethoven.
Detrás de las Partituras
Ludwig van Beethoven
Beethoven fue uno de los grandes pianistas de inicios del siglo XIX. Y en calidad de tal, emprendió su viaje definitivo de Bonn a Viena. En la capital del imperio austrohúngaro descolló como uno de los mejores pianistas, ganador de concursos basados en extemporizaciones sobre temas dados por el público y vivió, durante muchos años, de los ingresos logrados por dictar clases de piano a muchas jóvenes de la aristocracia vienesa.
Con el advenimiento de su sordera, Beethoven vio interrumpida su carrera de concertista, pues perdía el control sobre la intensidad de sonido de los matices de las obras. Sin embargo, no abandonó el interés por el instrumento y logró escribir un impresionante conjunto de 32 sonatas, colecciones de variaciones, incontables obras con piano acompañante y cinco conciertos para piano y orquesta.
Gustav Mahler
Mahler comenzó a componer su Quinta sinfonía en el verano de 1901, durante sus vacaciones veraniegas en el lago Worthsee en Maiernigg, año en el cual inició las Canciones sobre niños muertos.
Ésta sinfonía se estreno en Colonia en 1904. Acerca del horario y el método de trabajo practicado por el compositor durante la escritura de la sinfonía, Alma Mahler su esposa y biógrafa, comenta con humor y detalle: “Se levantaba a las seis o seis y media y llamaba a la cocinera para que preparara el desayuno y lo llevara por un sendero empinado y resbaloso a su cabaña, hecha de madera y situada a unos doscientos pies más de altura que la villa. A la cocinera no le era permitido tomar el camino normal, ya que no resistía encontrársela, o a cualquier otra persona antes de iniciar su trabajo; y así, arriesgando el desayuno, tenía que ascender por el camino más tortuoso. Su desayuno consistía en café (recién tostado y molido), pan, mantequilla y una mermelada diferente cada día. La cocinera debía colocar la leche sobre un reverbero, junto con los fósforos y retirarse rápidamente por el mismo camino del ascenso para no encontrarse con Mahler. No se demoraba en llegar; todo lo que hacía lo hacía con rapidez. Primero prendía el reverbero y casi siempre se quemaba los dedos, no tanto por torpeza, sino por distracción.
Luego se acomodaba ante una mesa frente a la cabaña. Siempre pensé que no era saludable que se hiciera allí, porque el sitio estaba rodeado de árboles, sin escape para la humedad; pero le gustaba tanto su retiro que no podía hacer nada. Tenía allí un piano y una colección de las obras de Goethe y Kant; de música, sólo Bach. Al mediodía, llegaba a la villa, sin hacer ruido y se vestía. En el bosque se deleitaba usando la ropa más vieja. Después de vestirse se dirigía al muelle en donde teníamos dos lindos botes. A cada lado del muelle había dos cabañas con plataformas. Lo primero que hacía era nadar lago adentro y luego silbar. Esta era la señal para que bajara y le hiciera compañía”.
Recuerden, la cita es el viernes 16 de marzo a las 7:30 p.m., y el sábado 17, a las 4:00 p.m., en el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia. Las boletas se pueden comprar desde hoy en la taquilla del auditorio y el precio va desde $6.000 hasta $21.000.