Estados Unidos no cambiará la estrategia de guerra en Afganistán, pese a que a las consecuencias de la masacre perpetrada por un soldado estadounidense que mató a 16 civiles.
Así lo reveló este lunes el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien dijo que los objetivos estratégicos del gigante norteamericano no han cambiado y no cambiaran por este hecho.
«No creo que este incidente cambie la agenda de una estrategia que fue diseñada e implementada para permitir una retirada de las fuerzas estadounidenses, para permitir el traspaso de los asuntos de seguridad a los afganos», añadió.
Agregó que Washington mantiene el compromiso de desarmar y derrotar a Al Qaida, así como de capacitar a las fuerzas afganas para que garanticen su propia seguridad.
Carney añadió que el gobierno continuaría trabajando en lo que cree son intereses vitales de seguridad nacional en Afganistán, pese a que el presidente Barack Obama,se comprometiera a retirar gradualmente las tropas del país asiático, hasta retirarse gradualmente en 2014.