En los inicios del póker que nació en Europa y se traslado luego a los Estados Unidos, lo jugaban en clubes privados o sitios de no muy buena reputación, allí verdaderas fortunas se ganaban o perdían ante el verde tapete, con los cinco naipes del póker en la mano. Muchos eran los que, tras una partida particularmente desafortunada, ponían fin a su vida de un disparo o arrojándose a un barranco o un río. Se sabe incluso de jugadores que se han jugado todas sus propiedades, e incluso a su novia, amante o esposa, en un desesperado intento por recuperarse de las pérdidas.
Durante el siglo XVIII, era frecuente que ricos caballeros confiados acudiesen a clubes ilegales, donde se reunían a jugar con caballeros de empolvada peluca y lujosa casaca, que no eran sino tramposos de rico disfraz, dispuestos a arruinar a sus confiadas víctimas.
Otra de las épocas doradas del juego, fue la del Oeste americano y su colonización, en el siglo XIX, llegaron aventureros de toda calaña, dispuestos a enriquecerse fácilmente. Las grandes rutas ganaderas y Ios yacimientos de oro o plata eran lugares idóneos para que esas muchedumbres poco recomendables sentaran sus bases, quienes no recurrían al robo directo, sino que tenían otro método más arriesgado en sus manos que el juego.
En los Estados Unidos, antes y durante la colonización del Oeste, fue cuando los casinos flotantes hicieron su agosto, en los viajes a lo largo de los ríos Mississippi y Misouri. La ruleta, el faro o el póker, eran los juegos habituales a bordo. Y los que atraían por un igual a viajeros y apostadores, con una misma finalidad: ganar dinero. Cuando el ferrocarril fue una realidad en aquellas tierras, también los vagones de tren se convirtieron en improvisadas burdeles, asimismo era fácil encontrar a jugadores profesionales, tramposos o no, en los viajes más largos, siempre con sus flamantes mazos de naipes dispuestos para el juego.
Eran tiempos de la famosa “enmienda a la Constitución”, la famosa y desdichada Ley Seca, con la que el Gobierno pretendió justamente lo contrario de lo que consiguió: hacer que los americanos dejasen de beber, generando más alcoholismo y dando sus inicios a las grandes mafias italianas e irlandesas las cuales se hicieron dueñas del país, para producir o importar licores ilegales. Pero el póker era el gran protagonista, el juego favorito, tanto de los ciudadanos de bien como de las grandes mafias convirtiéndose en un gran monopolio más del Sindicato del Crimen, cuyos antros se mantenían ilesos gracias al soborno de políticos y policías.
Puede decirse que todas las profesiones más duras y fatigosas, tenían por entonces la válvula de escape del juego, para olvidar los momentos difíciles. Y que de todos los juegos, sin duda el póker era el verdadero rey.
Actualmente, los marinos, que pasan largas temporadas en alta mar, como pueden ser los pescadores o los que prestan servicio en la Marina de ‘su país, tienen en el póker una de sus principales diversiones, ya que a bordo suele estar prohibido el alcohol, por razones de seguridad, y por supuesto las mujeres brillan por su ausencia. En esas circunstancias, rodeados de mar por todas partes, a veces durante meses enteros, solo les queda un rato de descanso con unos naipes en la mano.
AUGE EN COLOMBIA
Al pasar de los años todo esto quedo atrás y el Póker se convirtió en una manera inteligente de mover cartas, distraerse y hacer amigos generando un ambiente perfecto y agradable, es por eso que en Colombia se ha convertido en una excelente opción a la hora de divertirse, compartir con amigos, además se han celebrado Torneos Internacionales como Lapt 2011 que se realizó en Medellín. Tal ha sido el éxito de este juego que Clubes, Hoteles y centros de diversión han adecuado sus espacios para atender a todos los jugadores y aficionados que quieren saber mucho mas de este tema, tal es el caso Lancaster House Apartasuites en Bogotá que ofrece de manera permanente a sus visitantes externos y huéspedes un espacio adecuado para jugar una partida de póker y de paso disfrutar de buenos cócteles y ganar premios.
Según Jack Goldstein, “los juegos de mesa son una divertida opción de entretenimiento para huéspedes que se quedan largas temporadas, ejecutivos o familias que encuentran en este juego una buena forma de conocer nuevos amigos y divertirse. En nuestro caso se organizan juegos cada semana que han tenido gran aceptación y es por esta razón es que hemos tenido que adecuar nuestras instalaciones y así tener el mejor espacio para los jugadores”
Evidentemente, algo fascinador tiene el póker cuando se adapta de modo tan perfecto a cualquier mentalidad o ambiente, y cuando se ha conservado y se conservará durante siglos, con muy escasas variantes en su forma de jugar.
Por: Yolanda
