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Exministro Álvaro Leyva se ofrece como mediador Gobierno- Farc

En carta enviada al presidente Juan Manuel Santos, el exministro Álvaro Leyva Durán, se ofreció este viernes para “distensionar” las relaciones entre el Gobierno y las Farc.

Leyva dice que ahora quiere intervenir “con la mejor voluntad para ayudar a buscar fórmulas de distensión entre las partes que le permitan obrar a usted”.

“Doctores Santos y Pastrana: Las anteriores experiencias suyas y el conocimiento que tengo de ustedes respecto de su afán por ponerle fin al conflicto colombiano me lleva a concluir que con su certero concurso y con la aquiescencia de todos nuestros compatriotas se podrían dar pasos de distensión dirigidos a parar la guerra. Con todos a una es que se logra lo que la historia no nos ha deparado hasta el momento: La paz definitiva”, dice la misiva.

Carta de Leyva a Santos
Estimado señor Presidente Santos, estimado señor ex Presidente Pastrana:

Desde hace días he querido dirigirme a ustedes con el ánimo de aportar en algo a la solución del conflicto armado nacional. Es deplorable, por no decir una vergüenza, que de las 60 guerras registradas en el siglo XX (desde la guerra de los Boers hasta la segunda guerra chechena –ver http://www.americageo.com/articulo.php?titulo=Siglo_XX -), sea nuestra contienda la única que no ha llegado a su fin. Próximos estamos a los cincuenta años de desangre.

Tras tres años largos de abstenerme de participar en temas de paz después de haber hecho presencia desde 1984 en estos asuntos, me impulsa a tomar esta iniciativa consideraciones del orden personal ligadas a episodios de la vida política nacional, y la reciente decisión de las FARC de devolver a sus familias todos los servidores de la fuerza pública que se encuentran en su poder; igual, me mueve a hacerlo pronunciamientos relativamente recientes del ELN que dejan entrever claros deseos de buscarle una salida política al conflicto.

Para explicar por qué lo que sugiero en texto adjunto lo hago por conducto de ustedes, pongo de presente algunos hechos de no tan lejana ocurrencia:

Señor ex Presidente Pastrana: Tiene usted el título de haberse jugado entero por la paz. Sin miramiento distinto a ponerle coto a un conflicto de cerca de medio siglo de existencia giró contra su prestigio personal y político en el intento de lograrlo. Hacer de su mandato esa búsqueda lo había prometido durante su campaña; y de tal naturaleza fue su compromiso como para haber aceptado como carta de navegación de la paz el documento que le trazaba caminos considerados como los adecuados para alcanzar tal fin –el despeje del Caguán entre ellos-; dicho documento lo recibió usted de manos del doctor Juan Manuel Santos Calderón durante la primera semana del mes de julio de 1998.

En efecto, señor Presidente Santos, fungía usted por entonces como uno de los tres coordinadores del equipo de expertos que el Sistema de Naciones Unidas en Colombia había integrado para preparar una estrategia documentada de paz con la finalidad de ser entregada al Sistema y a quien triunfara en la carrera presidencial que culminó con la mayoría a favor del doctor Pastrana.

Asumida por usted la Jefatura de Estado, doctor Pastrana, no escatimó esfuerzos para poner en movimiento la estrategia trazada por los expertos. Así mismo, desde un inicio, el doctor Santos acompañó su empeño. Tanto como para haber hecho parte de la llamada Comisión de Acompañamiento del Despeje que para infortunio del proceso no llegó a un feliz término. Y sus ministros, leales a todas las políticas trazadas por usted como Presidente, lo acompañaron igualmente en esa gigantesca empresa. Quizá la mejor constancia de lealtad se encuentra en el contenido de la columna escrita por quien fuera uno de sus ministros de Hacienda, el hoy Presidente de la República, titulada Ojo con el adanismo. Su publicación se encuentra en la edición del diario El Tiempo del 7 de diciembre de 2003. Difícil una mejor defensa de su cuatrienio.

Y si bien es cierto todo lo anterior, también vale rescatar como verdad histórica para resaltar ahora el esfuerzo adelantado a favor de la paz por usted, doctor Santos, en momentos en que fuera precandidato de su partido a la Presidencia de la República en el año de 1997 y que de mala manera se interpretó por algunos como una conspiración contra el titular de la Jefatura del Estado de la época, doctor Ernesto Samper. Para fortuna suya, señor Presidente, la carta pública dirigida por usted a la Comisión de Conciliación Nacional en octubre del citado año demostró que no había nada de clandestino en su conducta así sus planteamientos sobre la necesidad del despeje y una constituyente suscitaran polémica. Sin duda esa conducta correspondía a una sincera preocupación por la paz; no de otra forma se entendería el riesgo asumido por usted si se toman en cuenta las dificultades de aquel momento.

A solicitud suya, señor Presidente, lo acompañé en el episodio aludido que muchos consideraron una aventura. Sabe usted que lo hice con gusto; como igual intervengo ahora con la mejor voluntad para ayudar a buscar fórmulas de distensión entre las partes que le permitan obrar a usted de nuevo, pero ya, con todo el poder del Estado en sus manos.

Doctores Santos y Pastrana: Las anteriores experiencias suyas y el conocimiento que tengo de ustedes respecto de su afán por ponerle fin al conflicto colombiano me lleva a concluir que con su certero concurso y con la aquiescencia de todos nuestros compatriotas se podrían dar pasos de distensión dirigidos a parar la guerra. Con todos a una es que se logra lo que la historia no nos ha deparado hasta el momento: La paz definitiva.

Distensión, distensión, es el cometido a corto plazo; con cero de vanidades y altas dosis de patriotismo.
Sea esta la oportunidad para suscribirme del señor Presidente y del señor ex Presidente como su servidor y amigo.
Álvaro Leyva Durán

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