Esperanza Oicata relató por Radio Santa Fe el engaño proveniente de la aseguradora Mapfre que ella y su familia sufrieron luego de que la endidad no cumpliera con los acuerdos que se habían establecido en julio del 2007.
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Mi suegro, Horacio Gómez, estaba pagando un seguro exequial por la empresa de energía Codensa, a la entidad Mapfre, responsable de vender seguros de distintos tipos.

El viernes pasado, mi suegra, Concepción Leguízamo, falleció por problemas de salud. De inmediato solicitamos los servicios de nuestra aseguradora pero no nos cumplieron con los beneficios que habíamos acordado.

Por eso optamos por otra aseguradora que tenia mi esposo a la cual le contamos lo que había pasado y ellos nos explicaron que Mapfre debía darnos una indemnización, ya que la función de ellos es estar pendiente de este tipo de situaciones.

Hable con Sergio Prieto y Jennifer Gonzales de la aseguradora, quienes me decían que debía llamar a Codensa y cuando me comunicaba con la entidad prestadora de energía me contestan que a quien debo dirigirme era a Mapfre.

Ya son cinco años que han pasado, hoy volví a llamar a Mapfre haciendo como si me fuera afiliar y le expuse un caso igual al que me había pasado y ellos respondieron: “no tranquila, si lo coge otra aseguradora nosotros pagamos una indemnización”.

Es terrible que jueguen con las personas de esa manera, que roben a los ciudadanos. Mi familia y yo no sentimos frustrados ante una situación de este tipo.

No he denunciado la situación ante la superintendencia financiera porque las cosas han pasado muy rápido, solo hace tres días enterramos a mi suegra.

Katerine quien me contestó en la entidad aseguradora respondió ante mis quejas diciéndome que “demalas”, que ella “no podía responder”, que “quién me mandaba a tener dos seguros”.

Es decir, son funcionarios demasiado groseros, que usan una buena imagen para atraer clientes, pero no para solucionar problemas para los usuarios.

Por ejemplo, nosotros queríamos hacer el acuerdo para que cuando falleciera nuestro familiar lo enterraran en tierra y ellos dijeron que sólo se podía en bóveda, solicitábamos que fuera en el Cementerio de Chapinero y tampoco, se tenía que hacer en el Apogeo.

Si pagamos este dinero es porque precisamente mi suegra quería tener una sepultura a su gusto, como ya lo habíamos hablado.

Aunque hemos insistido en encontrar una solución, en ninguna entidad nos quieren responder. Me tiran la ‘pelotica de lado a lado’.