La familia del grafitero Diego Felipe Becerra y el conductor Jorge Narváez, no lograron un acuerdo conciliatorio dentro del caso que las autoridades adelantan por la muerte del joven, y que buscaba que al profesional del volante se le retirara el cargo de falso testimonio.

En el marco del proceso para esclarecer la muerte Becerra el pasado de 19 de agosto en el norte de Bogotá, Narváez, en sus primeras declaraciones, denunció que fue víctima de un atraco por parte del joven y varios acompañantes.

El conductor en marzo pasado cambió su versión indicando que el hurto no fue el 19 de agosto, día en que murió Diego Felipe, sino el día anterior.

Según Gustavo Trejos, padrastro del grafitero, durante la diligencia de conciliación el conductor les pidió disculpas y que él se había equivocado.

“Reiteradamente nos dijo que él no estaba seguro de que mi hijo estaba en la buseta, pero una vez hecho el daño que le hizo a la imagen de Diego Felipe y a nosotros como familia no es el momento de dar disculpas, porque él lo que tiene que contar es la verdad”, señaló Trejos al canal City TV.