Buses, taxis y camionetas bloquean las calles de La Paz y el Alto. El gremio de transportadores rechaza la nueva legislación impulsada por Evo Morales, que regula las rutas y el uso del cinturón de seguridad. La medida se extenderá por 48 horas.

Cientos de personas se vieron obligadas a dirigirse a sus empleos caminando, por lo que el Gobierno pidió tolerancia ante eventuales ausencias. Además suspendió las clases. El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, anunció que efectivos de la policía resguardarán «la seguridad ciudadana», luego de choques esporádicos en algunos lugares de la ciudad, donde los conductores pincharon llantas y lanzaron piedras a coches particulares para impedir la circulación.

Carlos Roque, chofer de transporte libre, aseguró para el diario Erbol que los dirigentes de los distintos sindicatos «cuadricularon la ciudad» para garantizar que ningún vehículo circule durante 48 horas. Ellos tienen la instrucción de mantenerse en el lugar de la protesta y «responder» si grupos de vecinos que tratan de sacarlos.

«El paro es un rotundo éxito. Hemos dicho a nuestros compañeros que el problema es de todos, por eso es contundente», declaró René Vargas, secretario ejecutivo del sindicato de choferes de La Paz. Según informó la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, «el presidente Evo Morales está reunido en este momento con varios ministros para analizar la situación del país».

Información de David Mauricio Vanegas Duarte.