Las autoridades sirias confirmaron que al menos 55 personas murieron y 372 resultaron heridas por la explosión consecutiva de dos carros-bomba en la zona de Qazaz, en la periferia de Damasco, además de quince bolsas con restos humanos no identificados.

El Ministerio del Interior afirmó que los dos vehículos, que llevaban más de 1.000 kilos de material explosivo, iban conducidos por terroristas suicidas. Los cuales fueron activados en la madrugada de hoy.

El Gobierno sirio señaló en un comunicado que los «grupos terroristas armados», apoyados por partes extranjeras, son los responsables del doble atentado y aseguró que va a perseguir a los asesinos y a quienes los acojan, por lo que pidió la cooperación ciudadana para capturarlos.

Un equipo de observadores de la Organización de Naciones Unidas se trasladó para inspeccionar el lugar de la emergencia.