El gobierno nacional anunció hoy una redefinición de los protocolos de seguridad en la país para enfrentar la nueva modalidad de terrorismo aplicada en el atentado contra el exministro Fernando Londoño Hoyos, en el que se combinaron dos facetas hasta ayer desconocidas en Colombia, las cuales son: un suicida y una bomba “Lapa”.

Así lo estableció a través de Radio Santa Fe el director de la Unidad de Protección y Seguridad del Ministerio del Interior, Andrés Villamizar, quien dijo que además de la novedad del artefacto explosivo, fue una acción en el cual el terrorista actuó casi como un «kamikaze», porque puso en riesgo su vida.

Explicó que la bomba estaba programada con un temporizador, para estallar en fracción de segundos, luego de ser pegada a la puerta del carro, y le dejaba muy poco tiempo al terrorista para escapar.

De lo contrario, agregó, los escoltas eventualmente habrían tenido tiempo para retirarla.

De hecho, advirtió que uno de los escoltas supuestamente trató de abrir la puerta del vehículo para retirar la bomba, pero en ese momento explotó, con las consecuencias ya conocidas.

La bomba-lapa, denominada así por una clase de pez que se caracteriza porque permanece adherido a las piedras en el fondo de los ríos, es un tipo de explosivo que va en una caja metálica y se pega con un potente imán u otro tipo de mecanismo adhesivo a cualquier parte de un vehículo –especialmente por debajo o en los lados –.

Es una técnica inventada por italianos en 1913 y que se utilizó para hundir barcos, adhiriéndolos al casco.

El sistema fue perfeccionado por los ingleses en la segunda guerra mundial y en tiempos recientes caracterizó las acciones terroristas de la ETA en España.

Villamizar dijo que la bomba estaba compuesta por C-4, un potente explosivo con gran capacidad de penetración en poco tiempo y que el exministro Londoño se salvo la vida gracias al blindaje 3A del vehículo.

Sobre los responsables del atentado terrorista, dijo que solo se sabe hasta ahora que se trata de un grupo con alta capacidad logística y operacional, que tuvo un largo proceso de preparación.

“No son aficionados”, advirtió Villamizar, quien estableció que aún no se ha establecido ninguna conexión con el carro bomba desactivado horas antes en el barrio Eduardo Santos, en el centro de la capital.

No obstante dijo que no se puede descartar que el carro bomba haya sido utilizado para distraer la atención de los organismos de seguridad para facilitar el atentado contra el exministro Londoño.