A sólo un debate para convertirse en Ley de la República quedó el proyecto de ley que endurece las penas contra los conductores borrachos y hace obligatoria la prueba de alcoholemia en el país.

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La iniciativa fue aprobada por la Comisión Sexta de la Cámara y establece una multa de 800 mil pesos, más la suspensión del “pase” entre 5 y 10 años para las personas que conduzcan bajo los efectos del alcohol.

La sanción se aplicará desde el primer grado de alcohol, que se evidencia por el consumo de 2 a 4 cervezas, según lo explicó uno de los promotores del proyecto, el representante José Caicedo.

Advirtió que de acuerdo con la norma, ningún ciudadano del país, tenga el rango que tenga, podrá evadir la prueba de alcoholemia que dispongan las autoridades de tránsito, como lo hizo el senador Eduardo Merlano recientemente en Barranquilla.

Añadió que quien se resista al procedimiento será multado por cometer una infracción de tránsito, su carro será inmovilizado y su licencia será suspendida entre cinco y diez años.

Subrayó que la norma establece que todos los resultados de licor por encima de 20 miligramos de etanol por cada 100 mililitros de sangre serán sancionados con la suspensión de la licencia de conducción, además de la infracción de tránsito correspondiente.

Las siguientes son las sanciones previstas en el proyecto de ley, que pasará para su último debate a la plenaria de la Cámara:

Entre 20 y 39 mg de etanol en la sangre – Suspensión de la licencia de conducción entre seis y 12 meses.

Primer Grado

Entre 40 y 99 mg de etanol en la sangre – Suspensión de la licencia de conducción entre 1 año y tres años.

Segundo Grado

Entre 100 y 149 mg de etanol en la sangre – Suspensión de la licencia de conducción entre 3 años y 5 años.

Tercer Grado

De 150 mg de etanol en adelante – Suspensión de la licencia de conducción entre 5 años y 10 años.

Adicionalmente, el proyecto decreta sanciones pecuniarias o multas que serán reglamentadas por el Gobierno Nacional.

El autor del proyecto, senador Juan Lozano Ramírez, celebró la aprobación de su iniciativa por la comisión sexta de la Cámara y destacó que con esta disposición se llena un vacío que existe en el Código Nacional de Tránsito.

«Suplimos el vacío y ya avanzamos hacia una cultura de cero tolerancia en la mezcla de alcohol y conducción», expresó.

Señaló que hoy los conductores que manejan embriagados y se les determina grado uno de alcoholemia, «no tiene ninguna sanción, eso no existe hoy regulado en el Código y por eso tantas personas se cogen confianza y luego causan accidentes fatales».

El senador Lozano hizo un llamado a los colombianos para que cuando vayan a tomar no manejen.

«El mensaje y el sentido del proyecto es muy claro: el que va a tomar trago no puede manejar», precisó.