La Crónica Radio Santa Fé

No hay suficientes recursos para la formación de investigadores jóvenes: Margarita Orozco

Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras)
Aunque lo ha confesado varias veces, Margarita Orozco nació periodista, se formó como periodista, ha trabajado como tal, pero un día resultó sumergida en el mundo de la investigación y de allí nadie la ha podido sacar, pues considera que es un mundo fascinante, maravilloso, así encuentre todos los días decenas de tropiezos para poder iniciar, desarrollar y culminar una investigación. Y en medio de ese mar de papeles, citas, libros, revistas, normas, entrevistas y cuanto material se le atravesaba, surgió la idea de publicar Comunicación y ciudadanía que ha servido para armar un buen número de polémicas, especialmente con los estudiantes de Periodismo y Comunicación Social.

– ¿Cómo nació en usted esa piel de investigadora?
– Antes de ser investigadora fui periodista. Cuando todavía era estudiante de pregrado tuve la oportunidad de hacer mi práctica en Argentina, en una de las empresas del Grupo Clarín. Estando allí, más precisamente en la ciudad de Rosario, hice mi trabajo de tesis de pregrado que se denominó: “Crónicas de amor tarifado: historia de la vida prostibularia de la ciudad de Rosario – Argentina”. Haciendo ese trabajo entendí muy bien que el periodismo me había dado muchas herramientas para la recolección de información y la buena escritura, pero también comprendí, que la investigación, si se quiere hacer ciencia, necesita de rigor y de tiempo…algo que a veces es muy difícil en una sala de redacción en donde siempre se trabaja a contra reloj. Así descubrí que a pesar de que tenía alma de reportera y amaba el periodismo, también tenía una vocación particular por la producción de conocimiento y por hacer búsquedas mucho más reposadas, de trabajo etnográfico, de entrevistas en profundidad, de hacer un trabajo de análisis mucho más profundo, sin vivir con el vértigo de la hora del cierre.

– ¿Cuál es la principal virtud (o característica) de un buen investigador?
– La paciencia, no sólo para encontrar preguntas buenas de investigación sino para recolectar datos, para encontrar caminos alternos que permitan resolver estas preguntas y hacer diseños metodológicos adecuados. También se requiere un poco de terquedad y de perseverancia pues en países como el nuestro, a pesar de que todo el mundo dice que lo más importante es la investigación, lo cierto es que hay pocos recursos para hacerlo y toca luchar mucho para llevar a cabo los proyectos y conseguir los recursos para ejecutarlo.

– ¿Los estudiantes de hoy son investigadores del futuro o son ya buenos investigadores?
– Creo que somos un país en donde todavía no hay suficientes recursos para la formación de investigadores jóvenes. Aquí un estudiante de pregrado necesita aprender las técnicas, ojalá muy rápido, para poder integrarse pronto al mercado laboral. No es como en Europa o en EUA en donde si a un estudiante le gusta la investigación puede seguir estudiando su maestría y doctorado inmediatamente termina la carrera. Aquí la investigación es vista como un requisito más de la carrera, pero hay pocas posibilidades de hacer investigación en serio, especialmente en las áreas de las ciencias sociales. Por esta razón creo yo que los estudiantes de hoy ni son buenos investigadores, ni son los investigadores del futuro, creo que hay algunos que tienen el potencial, pero no hay muchas oportunidades para ellos.

– ¿En Colombia tenemos una memoria frágil?
– Podemos decir que en Colombia tenemos una memoria frágil, porque el periodismo no le ha brindado a los ciudadanos la información necesaria para que puedan tomar decisiones libres y responsables. Existen teorías que hablan del “punto ciego” de la memoria que dicen que cuando la información se le entrega a la gente de manera muy superficial, ésta es de muy baja recordación. Lo mismo sucede cuando se abusa del sensacionalismo en donde sólo se apela a la emocionalidad de los receptores, esto tiene un impacto muy alto en el momento, pero igualmente, bajos niveles de recordación. Por esta razón es que la prensa tiene una responsabilidad tan grande, es necesario que la información apele a la emoción y a la razón, que las noticias tengan contexto y análisis, que se haga seguimiento de los temas y que se conecte al ciudadano con sus problemas, sólo de ésta forma podemos aspirar a cumplir el derecho humano de la información.

– ¿Cómo apareció la primera imagen de tu más reciente libro?
– Yo siempre tuve la preocupación por cómo los periodistas podíamos contribuir con la democracia y a partir de esta inquietud tuve la posibilidad de cumplir con el sueño de cualquier investigador. Me gané una beca en los EUA en donde estuve durante 6 meses financiada para llevar a cabo una investigación sobre periodismo y democracia. La idea de mi proyecto era indagar de qué manera el periodismo puede crear mayores nexos con los ciudadanos de tal forma que éstos últimos deliberen más sobre los asuntos sobre la vida pública, en tanto, existe una relación directa entre la participación ciudadana y el consumo de medios y así se fortalece la democracia. Así nació la idea. Posteriormente, el director del Grupo de Investigación de la Facultad me invitó a participar en esta edición del libro, que es la tercera de la colección “Comunicación y Ciudadanía”.

– ¿Cómo se hizo la selección de los coautores de este libro?
– Hernando Rojas, el director del CICP (Centro de Investigación en Comunicación Política de la Facultad) reunió a varios académicos de distintas Universidades del mundo que trabajamos el tema del consumo de información y participación política y nos invitó a participar. Hay autores de España, de Chile, de EUA, de Corea, Polonia y por supuesto de Colombia.

– ¿Es un libro para especialistas o para todo tipo de lectores?
– Es un libro académico, pero puede ser leído por cualquier persona que quiera entender más sobre la participación política en Colombia y su incidencia en distintos aspectos de la democracia.

– ¿Cuál es el objetivo del libro? ¿Hacer una reflexión sobre la comunicación?
– El objetivo del libro es que la comunidad académica y no académica comprenda la relación que existe entre el consumo de medios y la participación política. Al igual que se explican fenómenos como la polarización política de la opinión pública, las formas emergentes de ejercicio ciudadano en materia ambiental, las percepciones sobre la corrupción, la brecha de género en materia de participación cívica, entre otros.

– ¿Así como avanza la comunicación, avanza la “incomunicación”?
– Si. Sartori en su texto, ¿qué es la democracia? Dice que uno de los problemas que tiene la información es que es mucha o es muy poca para explicar determinados fenómenos. Yo creo que es por esta razón que terminamos “incomunicados”, porque en algunos casos los medios deberían servir de plataforma para el debate público, pero la información es tan pobre o es tan avasallante que no les sirve a las personas para discutir.

– ¿Todos los temas (ensayos) sirven para proponer debates en los medios de comunicación?
– Si. Sería ideal que cada capítulo de este libro propiciara un debate en los medios de comunicación y por vez primera los académicos dialogaran con los periodistas y directores de medios, pues esto redundaría en el mejoramiento de la calidad de la información…y pues si la información es de mejor calidad, los ciudadanos tienen insumos para la participación y si la gente participa se contribuye con el fortalecimiento de la democracia. ¿No lo cree así?