Las fuerzas de seguridad leales al Gobierno de Siria mataron al menos 78 personas, incluyendo niños, en la central provincia de Hama. Algunos de los fallecidos en la localidad de Mazraat al-Qabeer fueron apuñalados hasta la muerte, denunciaron activistas de derechos humanos.
Testigos afirmaron que al menos 40 de las víctimas eran mujeres y niños. La matanza se dio menos de dos semanas después de una masacre en la localidad siria de Houla, en la que murieron 108 personas. En ese hecho, casi la mitad de los fallecidos eran niños.
Las fuerzas del Gobierno han bombardeado Mazraat al-Qaber y la cercana localidad de Maazarif, que se encuentran a unos 20 kilómetros de la ciudad de Hama.
«La milicia Shabbiha se dirigió al área luego de los bombardeos y mató a decenas de ciudadanos, entre ellos mujeres y niños», dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, describiendo un patrón similar a los eventos como los sucedidos en la matanza en Houla el 25 de mayo.
Ambas masacres sucedieron al tiempo que observadores de la ONU se encuentran en el país para supervisar un cese al fuego mediado por el enviado internacional Kofi Annan.
La tregua no ha sido respetada ni por el Gobierno ni por los rebeldes, que la semana pasada dijeron que ya no cumplirían el acuerdo debido a los recientes asesinatos.
No hubo comentarios del Gobierno y los hechos en el terreno son difíciles de verificar pues Siria restringió el acceso a los medios internacionales. Los activistas pidieron una investigación inmediata.
«El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos pide que los observadores internacionales de dirijan de inmediato al área. No deberían esperar a mañana para investigar esta nueva masacre», dijo el Observatorio, que tiene su sede en Londres, en un comunicado.
«No deberían dar la excusa de que su misión es sólo de vigilar el cese al fuego, porque muchas masacres se han cometido durante su estadía en Siria», añadió. Reuters