Tras la petición de asilo político en la embajada de Ecuador en Londres, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, espera un positivo por parte del gobierno de Rafael Correa, con el que mantiene cercanía desde el año 2010.
En un comunicado, Assange informó en la noche del martes de que había pedido asilo político a Ecuador y agradeció a su embajador en Londres y al presidente, Rafael Correa, que tomasen en cuenta su solicitud.
De acuerdo con el diario ecuatoriano El Comercio, el hecho de que Assange esté refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, y la forma en que la Cancillería trató el tema, «son el último eslabón de una cadena de episodios que evidencian su cercanía».
Según el rotativo, en noviembre del 2010, el aún vicecanciller Kintto Lucas ofreció a Assange su residencia en Ecuador, ante su complicada situación judicial en Inglaterra.
Posteriormente, en una entrevista que Rafael Correa concedió a NTN 24 de Colombia, el mandatario resaltó la labor de Wikileaks, y señaló que aunque Assange “Cometió una ilegalidad (…) a la final nos brindó un bien mayor: revelarnos la política imperial de los Estados Unidos”.
El diario destaca que «A la luz de esos hechos y por la actuación de Ricardo Patiño, en los pasillos de la Cancillería existen pocas dudas de que la respuesta ecuatoriana será positiva».
Y destaca que la posición de Ecuador es que “Cualquier decisión que (se) adopte tendrá en cuenta el respeto a las normas y principios del derecho internacional, así como la tradicional política de Ecuador de precautelar los derechos humanos”.
Por su parte, Patiño señaló por twitter que para el Gobierno hay elementos que conducen a pensar que Assange es un perseguido, por haber filtrado los secretos de la diplomacia estadounidense. “Julián Assange dice haber recibido amenazas de muerte, bloqueo financiero extrajudicial y posibilidad de ser entregado a autoridades de USA”.
Santa Fe con agencias