El ministro de Justicia, Juan Carlos Esquerra, no va para ninguna embajada, está esperando que el presidente Juan Manuel Santos le acepte la renuncia que presentó tras el descalabro de la Reforma a la Justicia.

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Esquerra abrirá una fábrica de muebles con toda la madera y la varilla que le dieron anoche en el Congreso de la Republica. Fue una noche dura para Esquerra.

Empezando la entrada al Congreso, más o menos 40 mechudos, del Polo y los Progresistas, a todo el que entraba le gritaban ‘corruptos’, ‘micos’, y los senadores nada que entraban por ahí porque ellos entraron por la puerta de atrás.