La Secretaría de Desarrollo Económico -SDDE- y ONU-Hábitat invertirán dos millones de dólares en un proyecto que busca que los empresarios utilicen economías de escala, es decir, que en vez de trabajar de manera independiente, se asocien y aprovechen los beneficios de trabajar de manera conjunta en temas como la realización de compras, la utilización de equipos y maquinaría, y la solicitud de créditos, entre otros, conservando cada compañía su propia estructura.
El programa intervendrá ocho zonas de la ciudad que presentan estas características, pero inicialmente se llevará a cabo como programa piloto en el barrio Restrepo, donde se estima que existe una aglomeración de cerca de mil unidades productivas -de todos los tamaños- dedicadas a la cadena del calzado.
Entre los objetivos específicos del proyecto en el Restrepo, se contempla la creación de centros de servicios compartidos que proporcionen a las empresas un conjunto de equipos y maquinaría de uso común, así como el servicio de una central de compras de insumos, acceso a crédito, capacitación y la implementación de estrategias conjuntas de negociación y comercialización.
De igual forma, según explicó la SDDE, el programa busca atacar de manera integral las principales causas que impiden que la economía popular concentrada en una misma área explote el potencial de las economías de aglomeración, tales como: la escasa organización y asociatividad que impide el uso de servicios comunes (compra de insumos, transferencia tecnológica).
También se pretende que los beneficiados tengan mayor acceso a productos financieros en condiciones favorables, generar capacitación para el capital humano, mejorar de comercialización ineficiente y desventajosa para el pequeño productor y la ausencia de procesos de aseguramiento de la calidad del producto final.
Según estudios de la SDDE, el 20 por ciento de las empresas de la ciudad están en zonas de concentración de economía popular, es decir, empresas de un mismo sector económico que se encuentran próximas en el territorio.
No obstante, las compañías no aprovechan la cercanía: el 73 por ciento de las empresas aglomeradas en Bogotá no hace uso de servicios comunes y, las que lo hacen, en su mayoría se trata de alianzas para resolver asuntos relacionados con problemas de seguridad ciudadana; solo una de cada cinco empresas aglomeradas han realizado estrategias comerciales con otras firmas de la zona.
ONU-Hábitat -agencia de Naciones Unidas para los asentamientos humanos- además del acompañamiento financiero, también apoyará de manera técnica el proyecto y dispondrá las redes mundiales de ciudades de la entidad, así como su personal de expertos internacionales en el tema. Sumado a los empresarios de la zona, intervendrán otros actores como los gremios, organizaciones de formación, innovación, universidades y el gobierno nacional.
Este plan de potencialización de las zonas de concentración se enmarca dentro del trabajo de la SDDE de apoyar la economía popular planteada desde el Plan de Desarrollo Bogotá Humana 2012 – 2016, el cual pretende, en materia productiva, lograr el cierre de las brechas de productividad existentes en la actualidad en la Capital de la República, origen de los problemas de marginalidad en el empleo y la insuficiencia de ingresos.