La Crónica Radio Santa Fé

El pastor Álvaro Gámez de demonio a seductor

Un video en el que el pastor Álvaro Gámez aparece teniendo relaciones sexuales con dos mujeres, fue la prueba clave que presentaron las victimas al denunciar al líder espiritual por abuso sexual. Sin embargo, para Abelardo De la Espriella, quien defiende los intereses del acusado, fueron las feligreses quienes sedujeron al religioso y provocaron su comportamiento.

Escuche a Abelardo De la Espriella

El litigante explicó en Radio Santa Fe que a Gámez le imputaron los delitos de acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir. El abogado indicó que el audiovisual permite ver que las mujeres no son obligadas a tener relaciones sexuales con el Pastor, razón por la cual no hubo ningún delito.

“Un mujer está en incapacidad de resistir cuando se le suministra un sicotrópico, escopolamina, cuando se emborracha o se le da un golpe. De tal manera que, de acuerdo a los mismo testimonios de las supuestas víctimas, no hubo tal incapacidad de resistir, por lo tanto la conducta del Pastor es atípica, es decir no hay delito”, afirmó el abogado.

Sin embargo, Radio Santa Fe habló con el representante de Colombia de víctimas de sectas, Luis Andrés Caicedo, quien aseguró que las pruebas contra Gámez son contundentes y demuestran que el Pastor usaba el nombre de Dios para abusar sexualmente de sus feligreses.

Escuche a Luis Andrés Caicedo

Según Caicedo, él y “otra víctima” decidieron poner las cámaras dentro de la oficina del predicador, con el fin de “armarnos de pruebas, para que esta vez fuera contundente (la denuncia)”, manifestó.

“Las pruebas que hay en la Fiscalía son aberrantes. Cuando colocamos las cámaras nos dimos cuenta de que había muchas muchachas que ingresaban de manera oculta a la oficina de este pastor y tuvimos también grabaciones en las que en el culto del domingo ingresaron hasta 8 chicas a tener relaciones, donde el tipo las degrada, las humilla”, precisó Caicedo, quien asiste a la iglesia desde hace doce años.

Por su parte, De la Espriella aclaró que las supuestas víctimas son mayores de edad, por lo tanto son responsables, ante la ley, de su sexualidad. “La ciencia ha establecido que después de los 14 años un ser humano tiene completa claridad de su sexualidad y de cómo expresarla”, señaló.

Ante esto Caicedo insistió que el Pastor usaba una “lavada de cerebro” y que “el tipo lo hace muy bien”, hasta el punto de dejar a las feligreses sin más salida, que acceder a las peticiones del evangélico.

Lo cierto es que el pastor Álvaro Gámez se entregó la tarde del domingo ante las autoridades bogotanas, pero negó los delitos de acceso carnal abusivo y abuso sexual en persona de menor indefensa que le imputó la Fiscalía.

Esta mañana un juez lo dejó en libertad, al no presentarse una petición contundente por parte del ente investigador.

Por: Paola Medellín

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