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Mucho ´´ toque, toque ´´…. y de aquello……

Pasmados, terminamos los colombianos cuando el árbitro peruano señaló la culminación del primer tiempo en el Monumental de Santiago, porque, aunque no se frecuentó el arco contrario, los locales tampoco asustaron al cuadro cafetero y todo parecía bajo control; esas paradojas que hacen impredecible y emocionante el fútbol, hacen que se cierre el primer acto del compromiso con un jugador expulsado para Chile y un gol en contra para Colombia.

Estaba fresca en la memoria la indescifrable alegría por lo visto el viernes pasado en Barranquilla en la fulgurante presentación tricolor ante la selección uruguaya que fue completa, porque el equipo ganó, gustó y goleó, en una exhibición de buen trato al balón y sobre todo de contundencia frente al marco rival; sin embargo, ese firmamento azul que desde entonces nos cobija, se vio momentáneamente ensombrecido por una pequeña nube que trajo el recuerdo de aquel cinco a cero contra Argentina, que nos llevó a pensar que habíamos alcanzado la gloria y que éramos campeones del mundo, suceso tras el cual, se desinfló el globo y volvimos a quedar en nuestras platas, repitiendo la frasecita ´´ Mucho toque, toque, pero de aquello, nada ´´.

Para el segundo tiempo ´´ POKERMAN ´´, barajó de nuevo y ganó la mano:

Minutos antes de comenzar la etapa complementaria, observamos al Técnico Pékerman, en la zona de traslado y, de pronto nos extraño que no aprovechara hasta el último segundo del entretiempo para darles instrucciones a sus dirigidos. Su ceño adusto, su rostro tranquilo y las canas que denotan su experiencia, fueron el augurio de que sabía lo que hacía y que la lección estaba aprendida a cabalidad por los jugadores.

Y es allí donde aparece el conocimiento de quien con seriedad y sobriedad ha asumido el reto de llevarnos a Brasil en 2.014. Una primera jugada de Poker excluyendo del terreno a Yépez e ingresado a Cuadrado para atacar por la derecha y bajando a la zaga a Valencia, le cambia la cara al partido y empieza a generar opciones frente al pórtico de Bravo; luego la salida de Macnelly por Aldo Leáo y la del gran James Rodríguez por Sánchez, completan los movimientos con los que el gaucho le gana la partida a su colega Claudio Borgui y nos inducen, por la categoría y seguridad de su estrategia a cambiarle el apellido Pékerman, por el de ´´ POKERMAN ´´, pues, sacó de la manga sus mejores cartas y como por arte de magia dejó indefensos a los australes.

Como consecuencia del viraje del compromiso vinieron los golazos de James en un espectacular tiro libre con su prodigiosa zurda, que minutos después casi repite de no ser por el palo que fue cómplice de los chilenos, de Falcáo que es, sin duda un portento de jugador triunfador en Europa y ahora sí consagrado en el combinado nacional y, de Teófilo, quien ha demostrado que no solo en el
Microondas del Metropolitano sabe romper las redes contrarias.

Falta un largo trecho para estar en la próxima cita mundialista, pero lo que ya nadie nos quita es que renace la esperanza en un conjunto de grandes jugadores que, ahora, bien escogidos y magistralmente orientados por alguien a quien le creen y le obedecen, endereza el camino hacia mejores destinos.

Fue un partido memorable, histórico, en el cual todos fueron figuras que construyeron paso a paso una nueva imagen de nuestra identidad futbolera y nos hicieron sentir orgullosos de ser colombianos.

Nuevos aires parecen soplar por estos lados y ojala se lleven para siempre aquellas explicaciones justificaciones según las cuales, perder es ganar un poco.

JULIO FERNANDO RIVERA VALLEJO

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