Un resultado positivo más de la agenda del presidente Juan Manuel santos en Estados Unidos,fue la reunión que tuvo con el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, nación que servirá de garante y de sede para el inicio de las conversaciones con las Farc.
En la reunión el primer ministro Stoltenberg le ratificó a Santos que el apoyo no sólo será en la instalación, sino durante todo el proceso, si así lo deciden las partes. “Estoy muy agradecido con Noruega. La ayuda ha sido fundamental. Desde el principio ha sido generosa. Y la experiencia que Noruega ha tenido en estos procesos ha sido un éxito”, comentó el presidente Santos.
Aunque no se ha dado una fecha, se espera que Gobierno y la guerrilla se sienten a la mesa en la segunda semana de octubre. El día en concreto no se ha fijado, porque el Gobierno prefiere hacerlo en la primera semana o después del 10 de octubre, porque los días 7 y 8 se realizan homenajes a Ernesto ‘Ché’ Guevara, motivo que las Farc aprovecharían para tener una mayor exposición en medios.
En cuanto al papel de Venezuela y Chile como facilitadores las cosas también quedaron ratificadas. En este sentido el presidente Santos ha dicho que en la etapa inicial sólo estarán el Gobierno y las Farc en la mesa, pero que posteriormente estos dos países pueden estar en ese escenario principal.
El canciller de Chile, Alfredo Moreno, le dijo al propio Santos en la ONU que su país es un socio fundamental para conseguir la paz.
Una voz más de acompañamiento a las negociaciones con la guerrilla la dio el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, con quien Santos se reunió en la mañana del miércoles, en la ONU.
El escenario que escogió el presidente Juan Manuel Santos fue Estados Unidos, en donde habló ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, de un lado, y ante un variado grupo de empresarios y personalidades estadounidenses, en otros actos.
Una de las cartas que lanzó en esos auditorios el mandatario es que Estados Unidos estará muy cercano a la negociación, si bien, aclaró Santos, no será facilitador ni acompañante. Será, dijo, uno de los países a los que se le buscará para cumplir el propósito de la paz.
“Estados Unidos también se verá beneficiado en caso de concretar un acuerdo”, indicó Santos en al menos tres ocasiones en su gira por esta nación: en la Universidad de Kansas, en la ONU y ante la comunidad judía americana.
El apoyo principal de la nación norteamericana no se espera en toda la mesa, sino en uno de los puntos de la agenda: la discusión sobre el narcotráfico. En tal sentido el presidente de Colombia tiene de su colega Barack Obama el respaldo para que se abra la discusión sobre hacia donde se debe llevar la lucha contra las redes del narcotráfico.
Obama ya le había dado ese espaldarazo a Santos en abril pasado, cuando al asistir a la Cumbre de las Américas, en Cartagena, y a su posterior reunión bilateral, declaró que el esfuerzo de Colombia por combatir a los narcotraficantes no debe seguir sólo
Santos también espera que Estados Unidos sea uno de los principales apoyos para la tercera etapa de la negociación, que sería la de desarrollar los puntos de la agenda, para lo cual se requiere inversión.
El jueves, ante la comunidad judía americana, que representa a un gran sector de los principales inversionistas en este país, Juan Manuel Santos detalló cómo avanza el país, en particular con el crecimiento económico, la disminución del desempleo y la adopción de medidas para facilitar la relación con nuevos mercados, como son los más de diez tratados de libre comercio, el principal de ellos, el del propio Estados Unidos.
Colombia y esa nación tienen en vigencia el TLC desde mayo pasado, luego de más de cinco años de estar detenido esperando la aprobación del Congreso estadounidense; en el primer año de mandato de Santos el acuerdo se destrabó y pudo ser ratificado por el presidente Obama.
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