La canciller alemana, Angela Merkel, adelantó este martes su visita a Atenas, donde expresó su apoyo al gobierno del presidente de Grecia, Andonis Samarás, y al paquete de medidas de austeridad, que se han implementado para salir de la crisis económica que atraviesa el país heleno.

En medio de un estricto operativo de seguridad, para el que fueron dispuestos más de 6 mil agentes y francotiradores de la Policía, la canciller alemana manifestó que Grecia «cada día se están dando progresos», e invitó al gobierno a continuar con las reformas, pues si los problemas no se resuelven ahora, «volverán a aparecer más adelante de forma más dramática».

Por su parte, el mandatario Samarás indicó que «Grecia está decidida a llevar a cabo las reformas necesarias para acabar con la crisis», y pidió «un poco de oxígeno», representado en nuevos fondos del Banco Europeo de Inversiones.

Según Merkel, “hay que esperar al informe de la troika», integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, para determinar si la Unión Europea podrá o no destinar 31.500 millones de euros, que Atenas espera recibir cuando apruebe las nuevas medidas.

Durante la visita de Angela Merkel a Grecia, múltiples manifestaciones se desarrollaron en varias ciudades de este país, en contra de la canciller alemana. Unos 30 mil griegos acudieron a una protesta convocada por los principales sindicatos griegos: GSEE y ADEDY, junto a un paro laboral de tres horas.

Muchos portaban pancartas con duros mensajes para la canciller alemana, como: «La presencia de Merkel es una provocación al pueblo» o «Fuera Merkel, abajo la troika».

Las autoridades informaron que durante la jornada 193 personas fueron retenidas y llevadas a comisaría aunque finalmente sólo se hallaron cargos contra 13 de ellas.