Robert van Embden, embajador de los Países Bajos en Colombia, participó en la apertura del V Congreso Internacional de Medio Ambiente organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Sostenible (CEID) en Bogotá. El tema central del congreso, principal evento multisectorial post-Rio+20, es la economía verde.

En su intervención, el embajador van Embden hizo alusión a la manera en que los criterios de sostenibilidad ya son una realidad en el mercado holandés y europeo. En los Países Bajos se han firmado en los últimos años varios acuerdos sectoriales para incluir parámetros de sostenibilidad en la cadena de valor. Por ejemplo, el gremio de los importadores y tostadores de café se ha comprometido a que en el 2015 más del 75% del café que ingrese al mercado holandés tendrá algún tipo de certificación en sostenibilidad. “Lo que hoy se constituye en un diferenciador, será un estándar dentro de unos pocos años. En este sentido, los exportadores colombianos deben responder a estas exigencias para mantener o ampliar su acceso a los mercados europeos”, afirmó el diplomático holandés.

Las oportunidades ya se presentan dentro del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. “Colombia, como uno de los principales países productores de banano, café, aceite de palma, flores y frutas, podría diferenciarse ante la competencia mundial como el principal proveedor de productos agrícolas sostenibles. Este es un momento muy propicio para que el país profundice su incursión en la economía verde”, añadió van Embden. Para facilitar esta transformación, la Iniciativa de Comercio Sostenible, organización holandesa, en conjunto con la Embajada de los Países Bajos, los gremios y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, han establecido un ambicioso programa en Colombia para las cadenas sostenibles de café, flores, banano y aceite de palma.

Siguiendo estas tendencias, la cooperación para los próximos años entre los Países Bajos y Colombia estimulará los contactos y negocios entre ambos países, organizada en el llamado ‘triángulo de oro’: sector privado – gobierno – instituciones de investigación, una fórmula para innovar e impulsar el crecimiento de la economía. Un ejemplo de esta cooperación es el trabajo conjunto para encontrar soluciones en el tema hídrico. Bajo la denominada Alianza por el Agua, están involucradas tanto entidades públicas como empresas e institutos de investigación de ambos países para compartir experiencias, transferir conocimiento y pensar en soluciones de largo plazo. De acuerdo con el embajador van Embden, “viendo los grandes desafíos que Colombia está afrontando en el tema de cambio climático y manejo hídrico, se ve la necesidad de construir una visión clara de largo plazo con acciones y presupuestos definidos. Tenemos la experiencia holandesa a nivel mundial para compartirla con Colombia”.

El embajador de los Países Bajos finalizó su intervención con una reflexión acerca de las regulaciones ambientales de cara al desarrollo económico. “No es cierto que la reglamentación ambiental constituya un freno al desarrollo; por el contrario, constituye un factor clave de innovación y competitividad. En Holanda hemos experimentado que las estrictas reglamentaciones y políticas ambientales de los años noventa en materia de residuos sólidos han ocasionado que la industria holandesa en este tema sea la más avanzada. Hoy en día, el 95% de todos los residuos del país constituyen una fuente de producción, sea para reciclaje o para la generación de energía”, afirmó el diplomático. Holanda es por lo tanto un ejemplo de cómo unas firmes y consistentes regulaciones ambientales tienen un efecto positivo en la transformación de la industria: “queremos mostrar que la sostenibilidad es un buen negocio. En el Índice Dow Jones de Sostenibilidad se encuentran multinacionales holandesas como AkzoNobel, Unilever, KLM y Philips como las más sostenibles en su sector”, puntualizó Robert van Embden.