La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, permanece este miércoles hospitalizada en Nueva York y bajo estricta observación médica a causa de un coágulo sanguíneo cerca del cerebro, potencialmente peligroso, que le fue diagnosticado el domingo.

Durante el pasado fin de semana, Clinton fue ingresada al Hospital Presbiteriano y está siendo tratada con anticoagulantes. Una tomografía de rutina reveló la formación de una «trombosis venosa» y los médicos describieron el problema como «un coágulo que le fue provocado por una gripe y una caída sufrida el 13 de diciembre.

El estado de Clinton no es grave y no ha sufrido daño neurológico alguno, según dijeron los médicos que la tratan.

La caída de Clinton la obligó a hacer un paréntesis en sus funciones de secretaria de Estado, justo en un momento en el que el Capitolio iniciaba la investigación de la muerte de 4 norteamericanos en un ataque al consulado de EE UU en Bengasi, Libia, el 11 de setiembre de 2012.

Entonces, algunos legisladores pusieron en duda que Clinton estuviera realmente enferma, sobre todo luego de que cancelara sus comparecencias ante la Cámara de Representantes y el Senado, para testificar sobre sus responsabilidades en el incidente de Bengasi, debido a su estado de salud. “Tiene fiebre de Bengasi”, ironizó en el canal Fox News el representante republicano Allen West. En el mismo canal, el ex embajador de EE UU ante la ONU, John Bolton, dijo que lo de Clinton era una “enfermedad diplomática”.

Santa Fe con agencias