Las autoridades del municipio de Tibú, en Norte de Santander, tuvieron que imponer el toque de queda y reforzar la presencia de la fuerza pública para contener los violentos disturbios que se registraron la víspera en desarrollo de una protesta contra la erradicación de los cultivos ilícitos en la región.

Los violentos desmanes, que dejaron por lo menos dos policías heridos, fueron protagonizados por unos 400 campesinos llegados de distintos sectores rurales de la región del Catatumbo, que apedrearon e incendiaron las instalaciones de la fiscalía y de la alcaldía, lo mismo que la casa del jefe de la administración local.

En la revuelta también resultaron afectados establecimientos comerciales (que además fueron saqueados) y las viviendas aledañas a los mismos, según el reporte de la Policía del departamento, que tuvo que enviar refuerzos al municipio para restablecer el orden.

También el Ejército Nacional envió unidades para apoyar las operaciones de control de la policía.

El alcalde de la localidad decretó el toque de queda nocturno, el cual regirá en principio hasta el próximo domingo, entre las 8 de la noche y las 4 de la madrugada.

Además, en forma permanente se impuso la ley seca en el municipio, como medida complementaria.

-Los promotores de la protesta advirtieron que el gobierno nacional ha impulsado la erradicación de los cultivos ilícitos de hoja de coca y amapola en la región sin darles nuevas oportunidades de subsistencia ante la eliminación de los cultivos de coca y amapola. 

Por ello exigen el apoyo de la Nación para el desarrollo de proyectos productivos que ayuden a la transformación de la forma en la que obtenían recursos.