La canciller María Ángela Holguín señaló este martes que la salida del embajador de Colombia en Washington, Carlos Urrutia, se dio para evitarle un problema político al Gobierno colombiano.

La canciller señaló que Urrutia «ha dado un paso al costado para no «generarle al Gobierno un problema político».

Holguín dijo que las acusaciones que recaen sobre el diplomático sobre compras ilegales de baldíos son «un ruido que no es propicio para el país».

«Recibimos la renuncia con gran pesar, le agradecemos al embajador Urrutia por el compromiso y la dedicación», indicó Holguín.

Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos calificó la decisión del diplomático como una demostración de “su talante” y “un gesto de gallardìa”.

Santos dijo que Urrutia “insistió” en su renuncia para que su permanencia en la embajada de Colombia en Estados Unidos “no fuera utilizada para perjudicar al gobierno y al país”.

“El doctor Carlos Urrutia no tiene sino motivos para sentirse orgulloso, muy orgulloso, por los servicios que le ha prestado al país”, agregó el Mandatario durante la apertura de Colombiamoda 2013 en Medellín.

Agregó que Urrutia Valenzuela “está demostrando su talante y su gallardía al insistir en su renuncia, para no prestarse a que su permanencia en la Embajada sea utilizada para perjudicar al Gobierno y al país por quienes quieren politizar un bienvenido debate sobre el futuro de nuestro modelo agrícola que requiere la nación”.

La renuncia del embajador ante la Casa Blanca fue precipitada por un articulo publicado el pasado 11 de julio en la influyente revista estadounidense Time y una segunda carta que le envió el senador del Polo Jorge Enrique Robledo, en la cual le pide explicaciones sobre su papel en la financiación de la campaña de Santos y su relación con las empresas Riopaila y Carguill y la adquisición ilegal de tierras en Colombia.