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Gobierno ratifica no al cese del fuego y afirma que Farc deberán responder por todo lo ocurrido en el conflicto

proceso-de-paz–El gobierno nacional ratificó hoy que no habrá cese del fuego y notificó que la guerrilla de las Farc deberá responder por todo lo ocurrido durante el conflicto armado, cuando se firme la paz.

El pronunciamiento lo hizo a través del jefe del equipo negociador, Humberto de la Calle Lombana, al reanudarse este domingo las conversaciones en la Habana, Cuba, en desarrollo del ciclo 12 del proceso iniciado a finales del 2012 y que, según el presidente Juan Manuel Santos debe terminar a finales del presente año.

Al mismo tiempo le pidió a las Farc no presentar más propuestas, al reafirmar que la agenda no será ampliada y se circunscribirá a los seis puntos pactados, los cuales, en caso de llegarse a un acuerdo, serán sometidos a “referendo” de los colombianos, luego de un amplio debate.

Así tácitamente descartó una vez más la Asamblea Nacional Constituyente que insistentemente han pedido las Farc con ese mismo objetivo.

De la Calle Lombana reiteró la posición fijada por el presidente Santos en el sentido de que las conversaciones seguirán en medio del conflicto, sin cese del fuego, pues el objetivo del proceso es terminar la guerra y no prolongarla indefinidamente.

En este sentido, advirtió que el gobierno y las Fuerzas Militares continuarán cumpliendo su deber en defensa de los colombianos y la democracia.

«Hay que recordar de nuevo que la decisión del gobierno de no pactar un cese al fuego, salvo naturalmente a la finalización del conflicto, cuando lleguemos a un acuerdo, obedece a varias razones: lo que queremos es terminar la guerra, no prolongarla», puntualizó.

Subrayo que a las Farc les debe asistir el mismo propósito del gobierno de avanzar en forma expedita en la busqueda de los acuerdos para terminar la guerra.

Al efecto, se refirió al segundo punto en discusión y advirtió que “este no es un proceso de conversaciones para que las Farc hagan política, sino para pactar el fin del conflicto”.

Subrayó que se trata de crear condiciones y garantías para que las Farc se transformen en una organización política dentro de la legalidad, puedan ejercer oposición desde la democracia y «no haya más política y armas juntas”.

Se prevé que este ciclo 12 de conversaciones termine hacia el 12 de agosto.

DECLARACION OFICIAL

La siguiente es la transcripción integral de la intervención de Humberto de la Calle Lombana:

Reiniciamos hoy un nuevo ciclo destinado a impulsar acuerdos sobre la participación de la guerrilla desarmada en la política.

Muchos colombianos no entienden por qué estamos dialogando cuando continúan los ataques por parte de los grupos en armas.

Hay que recordar de nuevo que la decisión del Gobierno de no pactar un cese al fuego, salvo naturalmente a la finalización del conflicto, cuando lleguemos a un acuerdo, obedece a varias razones: lo que queremos es terminar la guerra, no prolongarla.

Precisamente buscamos un acuerdo para finalizar la guerra, para que no haya más violencia. Para evitar más muertes absurdas.

Por otro lado, el Gobierno y la Fuerza Pública continúan cumpliendo con su deber y responsabilidad constitucional en todo el territorio nacional en defensa de los colombianos, de nuestra democracia y del patrimonio de la Nación.

En consecuencia, estas conversaciones, tal como lo señaló el Presidente Santos esta semana, se dan en medio del conflicto. No hay cese al fuego.

Recordamos con admiración y respeto a nuestros militares y policías por su sacrificio en beneficio de Colombia.

A sus familiares nuestra voz de aliento y solidaridad.

La guerrilla deberá responder por todo lo ocurrido en medio del conflicto.

Quiero recordar para que estamos aquí dialogando en La Habana: Este no es un proceso de conversaciones para que las FARC hagan política, sino uno para pactar el fin del conflicto.

Si pactamos un acuerdo final, podrán hacer política, sin armas, en democracia, una vez se hayan desmovilizado.

Ya logramos un acuerdo sobre primer punto de la Agenda de estas conversaciones, el tema agrario.

Dijimos en el comunicado conjunto dado a conocer en su momento, que lo convenido en este acuerdo ‘será el inicio de transformaciones radicales de la realidad rural y agraria de Colombia con equidad y democracia’.

Y en la declaración que hice a la opinión pública señalé que lo acordado supera la visión de una reforma agraria y busca crear transformaciones reales para cerrar la brecha entre el país rural y el urbano.

De eso se trata exactamente:

De transformar la realidad de nuestro campo una vez pactemos el fin de la guerra.

De crear beneficios concretos para el progreso de nuestros campesinos y empresarios del agro.

De llevar la presencia del Estado y todas sus instituciones a las áreas rurales.

De responderles a los desplazados y a los que han sufrido el despojo de sus tierras.

Con este resultado concreto avanzamos y sentimos el apoyo de los colombianos.

Quiero reiterar que cuando finalicemos la discusión de los seis puntos de la Agenda y tengamos un acuerdo general, este será sometido a la refrendación de los colombianos.

En ese momento todos conocerán en su integralidad el acuerdo que debe marcar el fin del conflicto y podrán pronunciarse sobre él después de una amplia discusión ciudadana.

La última palabra sobre estos posibles acuerdos la tendrán los colombianos, cada uno de los colombianos.

Ustedes decidirán si aceptan lo pactado aquí en La Habana.

Como dije, actualmente estamos discutiendo el segundo punto de la Agenda sobre participación política y participación ciudadana.

Se trata de crear las condiciones y ofrecer las garantías necesarias para que las FARC se transformen en una organización política legal y puedan ejercer la oposición desde la democracia.

No más combinación de todas las formas de lucha en Colombia. No más política y armas juntas.

Queremos una paz que permita la verdadera participación ciudadana, la que se hace sin intimidación y sin armas.

La que hacen los líderes legítimos de la comunidad con discursos e ideas y no con fusiles.

La que se hace exigiendo derechos, pero también respetando los deberes democráticos.

Las conversaciones deben generar obligaciones para ambas partes. No se trata solo de que el Estado otorgue garantías.

También corresponde a las FARC brindarlas. Para que cese la violencia.

Para que las víctimas estén en el centro de sus preocupaciones. Para que todo ciudadano pueda hacer política sin intimidación.

Queremos una paz sustentada en la justicia, la verdad y lareparación, que responda a las víctimas.

Una paz apoyada por la mayoría de los colombianos.

La Agenda pactada le da un marco concreto a estas conversaciones. No vamos a ampliarla.

Esperamos que a las FARC le asista la misma voluntad del Gobierno: avanzar de forma expedita en la construcción de acuerdos para ponerle fin al conflicto.

Esta y ninguna otra es nuestra misión en la Mesa de Conversaciones.

No vamos a firmar ningún acuerdo que no haga a Colombia más segura.

Es lo que los colombianos esperan».

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