Se trata de tres sujetos identificados como Jairo Sánchez Quiroga, alias Jairo; Wilson Guío Ceballos, alias Guio, y Wilson Ovalle Osorio, miembros de la estructura criminal gancho Homero, que operaba en el sector denominado el Bronx en Bogotá.

Estas tres personas deberán responder en juicio en calidad de coautores por los delitos de concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y municiones de uso privativo de las FFMM, y fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.

De acuerdo con la Fiscalía, Jairo Sánchez Quiroga, alias Jairo, era el jefe de militar de la estructura, encargándose exclusivamente del manejo y control del personal destinado a prestar la seguridad a los integrantes y del territorio donde tiene afluencia la organización criminal.

También era quien respondía ante sus jefes por la administración del armamento, municiones y explosivos, así como la distribución del personal de seguridad conocido como ‘Sayayines’, en dos turnos de 24 horas, y delegaba por conocimiento a un jefe de turno para que controlara el personal en su ausencia. Ha estado privado de la libertad en varias oportunidades, y tiene un hermano que también trabaja para la organización y que se encuentra vinculado a un proceso.

Por otra parte, el ente investigador estableció que Wilson Guio Ceballos, alias Guio, dentro de la organización gancho Homero ostentaba el cargo de subjefe de zona o administrador de territorio; dentro de sus funciones estaba administrar el personal y el estupefaciente, hacer seguimiento minucioso a las finanzas de la estructura criminal para rendir cuentas al jefe, hacer y supervisar el pago de los empleados y de los sobornos a las autoridades, supervisar la adquisición, compra y transporte de la sustancia estupefaciente para la organización criminal y realizar, en coordinación con el jefe, contactos con los proveedores de armas de fuego, municiones y explosivos así como la compra de armamento para los hombres de seguridad.

Wilson Ovalle Osorio se desempeñaba como jefe de los turnos y era el encargado de ayudar a controlar la parte militar y la seguridad que prestan los Sayayines. Era reconocido en la organización como hombre de confianza de los jefes y también ha estado privado de la libertad en varias ocasiones.

Desde enero de 2012, la Unidad contra Bandas Emergentes comenzó la investigación para detectar y neutralizar las nuevas vías de expansión que los narcotraficantes buscaban en Bogotá, en especial aquellos que tenían como centro de operación la calle conocida como el Bronx.

Dentro de la investigación, que se inició por la denuncia de fuente humana, quien afirmó conocer sobre la operación de esta organización criminal, se determinó que en esa zona se concentraban cuatro microestructuras criminales llamadas ganchos. Los mismos se individualizaron como Gancho Escalera, Mosco, Homero y América, los cuales tenían el poder de recibir mensualmente, aproximadamente 300 millones de pesos en venta neta de estupefacientes.

Adicionalmente, se comprobó que su centro de operación estaba entre Bogotá y Pereira (Risaralda), y la utilización de correos humanos así como de menores de edad para transportar la sustancia estupefacientes en trasporte público.

La captura del jefe de la red criminal, Homero o César Gonzalez Díaz, se dio el primero de febrero de 2012.

En la primera fase para desarticular estas estructuras criminales se logró la captura de 23 personas incluyendo los jefes máximos de la banda, los jefes militares, sayayines o encargados de la seguridad, contadores y distribuidores.