Aunque las cifras oficiales dan cuenta de una importante reducción respecto a los procesos de restablecimiento de derechos por violencia sexual, ya que mientras el año pasado el total fue de 668 casos frente a 120 en lo corrido de 2014, lo cierto es que el temor a denunciar alimenta los índices de subregistro y por ende el acceso a dichos procesos.

Los datos consolidados hasta el 30 de Septiembre, dan cuenta de 40 víctimas de pornografía infantil y 80 de prostitución registradas en el Sistema de Información Misional (SIM), siendo las regiones con mayor incidencia Atlántico con 21 casos, Bogotá con 20, Córdoba con 11 y Valle del Cauca con 10.

De los 120 reportes consignados, 99 corresponden a víctimas de sexo femenino y 21 a niños y jóvenes de sexo masculino, en tanto que las edades con mayor frecuencia de explotación están entre los 12 y los 18 años con 99 registros. A este rango le siguen los menores entre 6 y 12 años con 12 casos registrados y la primera infancia, es decir entre los 0 y los 6 años, con 7 situaciones de victimización.

De acuerdo con la ley 1329 de 2009, el que con ánimo de lucro para sí mismo, para un tercero o para satisfacer los deseos sexuales de otro, organice, facilite o participe de cualquier forma en la explotación sexual de otra persona menor de 18 años, incurrirá en prisión de 14 a 25 años y una multa que oscila entre los 67 y los 750 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Por lo anterior, la Defensoría del Pueblo viene liderando y acompañando programas de prevención y adecuación institucional para proteger los derechos y garantizar el acceso a la justicia de los niños, niñas y adolescentes utilizados por estas redes de proxenetas, mediante jornadas especiales de atención que en conjunto con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Embajada de los Países Bajos, han llegado a regiones como Arauca, Guainía y Meta.

La Defensoría reitera su llamado a las diferentes instituciones encargadas de este tema, así como a los organismos de investigación y judicialización, para que redoblen sus esfuerzos en aras de combatir efectiva y eficazmente este tipo de violencia sexual contra los más pequeños.