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Santos convoca a los gremios empresariales colombianos a hacer frente común para lograr la paz

SANTOS Y GREMIOS EMPRESARIALES–El Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, invitó este martes a los gremios empresariales colombinos a hacer un frente común con el gobierno para alcanzar la paz, tras resaltar los enormes costos que ha tenido la guerra y todo lo que se podría ganar con la terminación del conflicto.

La exhortación la hizo el primer mandatario en la celebración de los 20 años del Consejo Gremial, acto cumplido en el Club El Nogal en Bogotá, en el cual el mandatario planteó las metas que aspira a lograr de aquí al 2018, cuando “Dios mediante—-dijo– vamos a tener un país sin conflicto armado, un país que ya no tenga que pagar el sacrificio de la guerra”.

“Todo esto es posible, y será el fruto del trabajo conjunto de todos los colombianos: del Gobierno, del sector privado, del sector solidario, de las organizaciones sociales y de las personas naturales”, expresó Santos Calderón.

El primer mandatario reiteró que «no hay tal que estemos entregando este país a las Farc» y que «no hay tal que estemos poniendo en peligro de la propiedad privada», y sostuvo que todos «son cuentos que se están inventando».

«Ahí están los cuentos claros, contundentes, que es lo que hemos venido diciendo desde el principio, porque desde el principio hemos venido informando a través de comunicados conjuntos lo que se ha venido acordando», puntualizó.

Además contó que «el jueves pasado se reunió el gabinete en pleno con los negociadores del Gobierno en la Mesa de La Habana» y subrayó que allí se analizó punto por punto la marcha del proceso.

«Explicaron muy bien cada punto que ha sido acordado para que no quede la menor duda sobre qué significa lo que hemos hecho en la parte agropecuaria, en la parte de participación política, en la lucha contra el narcotráfico», complementó.

Agregó que «cuando uno hace la comparación de esos comunicados conjuntos con los textos que decidimos publicar precisamente, precisamente para disipar todas esas dudas ahí están firmados, palabra por palabra para que no les quepa la menor duda lo que estamos negociando».

Reafirmó que «las líneas roja que yo puse desde el principio siguen; no las hemos modificado y no las vamos a modificar, porque como lo dije desde un principio, aquí no estamos negociando la reducción por decreto, estamos negociando es una transición hacia la vida democracia de un grupo armado».

Resaltó que en la reunión con los negociadores se recibió un estudio que hizo la Universidad de Los Andes –con el Rosario, la Javeriana y La Sabana–, de otras universidades que dirigió por su decana de Economía, Ana María Ibáñez, sobre los dividendos de la paz y sobre los costos que el conflicto ha representado a Colombia, a los departamentos que han sido golpeados por la violencia.

El diagnóstico es realmente impresionante tanto por lo que nos ha costado la guerra como por lo que podríamos ganar si logramos la paz, expresó y añadió que de acuerdo con esa investigación, “el PIB departamental —que actualmente se duplica cada 18 años y medio—, si terminamos el conflicto se duplicaría cada 8 años y medio. Es decir, ¡nos ahorramos 10 años!”

“Por eso hoy quiero convocarlos a que —sin importar matices o diferencias que se pueden zanjar— nos ayuden a hacer un frente común para lograr esa paz, que nos permitirá dar un salto inmenso en desarrollo, en inversión, en equidad”, subrayó.

Otros apartes de la intervención presidencial, son los siguientes:

Yo he propuesto a mis compatriotas una visión en la que creo todos estamos de acuerdo; una visión para construir un nuevo país que cumpla con tres condiciones fundamentales:

– Que sea un país en paz total

– Que sea un país con equidad

– Y que sea el país más educado de la región para el 2025

Si logramos un consenso sobre esta visión, si todos trabajamos en la misma dirección, no tengo ninguna duda de que lo vamos a lograr y de que Colombia será un país distinto, mucho mejor, no solo en una década sino en cuatro años.

Para eso tenemos que pensar y obrar con sentido de patria, preguntándonos siempre “Cómo va Colombia”.

Un ejemplo de esto es el tema tributario.

Todos estamos de acuerdo en la necesidad de consolidar la paz y la seguridad; en la urgencia de cerrar las brechas sociales y regionales, y en la importancia de tener una educación de calidad para todos, como la mayor herramienta de transformación social.

Se necesita pensar en grande y tener la claridad para ver que la inversión pública potencia la economía del país como un todo.

Si pensamos en pequeño, si seguimos invirtiendo lo mismo, nada cambiará; seguiremos con las mismas carreteritas, tendremos la misma falta de presencia del Estado en zonas periféricas, la misma desigualdad; la misma educación cada vez más alejada además, de las corrientes globales.

Por eso –si queremos esa Colombia en paz, con equidad y educada– tenemos que trabajar juntos y aportar todos, más que antes, para que los resultados sean realmente diferentes y además se vean.

Pero quiero compartirles otras metas, aún más cercanas, que vamos a lograr con el aporte de todos de aquí al 2018:

– El ingreso per cápita, que en 2010 era de 6.300 dólares, hoy está en 8.300 y vamos a elevarlo en cerca de 3 mil dólares, para que supere los 11 mil dólares.

– La tasa de inversión de la economía la encontramos en 24,3 por ciento en 2010; en el primer semestre de este año fue del 30,2 por ciento, y tenemos la meta de superar el 32 por ciento.

– La pobreza la encontramos en 39 por ciento; hoy está en 29,3 por ciento, y vamos a bajarla al 25 por ciento en los próximos cuatro años.

– La pobreza extrema la encontramos en el 13,5 por ciento; hoy está en el 8,4 por ciento, y vamos a bajarla al 5 por ciento.

– El desempleo: lo encontramos en 12,6 por ciento, hoy lo tenemos en 8,9 por ciento y vamos a bajarlo a un 7,5 por ciento. Tenemos que generar otros dos millones y medio de empleos y ese 7.5 por ciento, más o menos es la tasa de pleno empleo que usan los economistas para una economía como la colombiana.

– Cuando asumí el gobierno en 2010 Colombia no tenía grado de inversión; hoy tenemos una calificación de triple B, nos han subido por primera vez en la historia, dos veces la calificación durante los últimos cuatro años y la vamos a subir otro escalón para lograr una nota de triple B más.

– También vamos a lograr que Colombia sea declarada en el años 2018, es un compromiso, libre de analfabetismo.

– Vamos a tener en construcción todas las autopistas de cuarta generación y recuperado el río Magdalena.

– Y –Dios mediante– vamos a tener un país sin conflicto armado, un país que ya no tenga que pagar ese costo inmenso del sacrificio de la guerra.

Todo esto es posible, y será el fruto del trabajo conjunto de todos los colombianos: del Gobierno, del sector privado, del sector solidario, de las organizaciones sociales y de las personas naturales.

Y no es algo que va a pasar… ¡Es algo que ESTÁ PASANDO!

Les doy un solo ejemplo: según el estudio, el PIB departamental –que actualmente se duplica cada 18 años y medio–, si terminamos el conflicto se duplicaría cada 8 años y medio.

Es decir, ¡nos ahorramos 10 años! En la mayoría del departamento del país

Por eso hoy quiero convocarlos a que –sin importar matices o diferencias que se pueden zanjar– nos ayuden a hacer un frente común para lograr ese valor supremo en cualquier sociedad que es la paz, esa paz que nos permitirá dar un salto inmenso, jamás visto en nuestro desarrollo, en inversión, en equidad.

Por ejemplo, ese estudio decía algo interesantísimo: tenemos cerca de seis millones de personas desplazadas por el conflicto. Esas personas desplazadas entran en una especie de trampa de pobreza de la cual es muy difícil salir, su productividad como ciudadano o ciudadana se va a menos de la mitad. Sin embargo, se van a los suburbios de las ciudades a demandar servicios públicos y eso tiene un costo para la economía inmenso, grandísimo. Seis millones de personas metidos en esa trampa de la pobreza, sin producir o produciendo muy poco, con bajísima productividad y demandando los servicios del Estado.

Eso es lo que queremos desaparecer, porque esta paz además no es de mi gobierno ni es mía, lo he dicho desde el principio… ¡Es la paz de ustedes, de Colombia, es la TRANQUILIDAD, la normalidad de todos los colombianos!

Como bien dijo el doctor Rafael Mejía en una entrevista reciente que leí, no se trata de ver quién es gobiernista o quién no, sino de que busquemos TODOS cómo sacar el país adelante para que sea sostenible y viable en el tiempo.

¡Ese es el espíritu, doctor Mejía! A eso me refiero cuando los invito a tener una visión HOLÍSTICA, integral, del país.